Un no muy buen día para llegar a Japón. Lluvia fina e incesante, cielo apagado y predicción de nieve.
Por fin empiezo a sentir esa sensación de inquietud/ilusión que se siente cuando alguien visita un lugar desconocido. Ahora, en un tren exprés que me lleva del aeropuerto internacional de Narita hasta la estación de Shinjuku (新宿). Parece que los nervios empiezan a calmarse. Lo poco que he visto por la ventana no me hace pensar que vengo al lugar tan extraño al que una parte de mí pensaba que iba.
Aunque cuanto más me alejo del aeropuerto, igual que todos, más me alejo del mundo occidental. Diferente, pero no demasiado. Aquí tambiíen hay casas descuidadas, dejadas al paso del tiempo. La mayoría de viviendas con un toque japonés, estilo a las series manga que se ven desde España. Otras, en cambio, son pequeñas obras de arte que parecen pequeños palacios imperiales. Todas juntas y desperdigadas.
Sé que aún queda para llegar a la mayor megápolis del mundo, pero se me hace raro ir entre campos de arroz, bosques, poblachos y postes de electricidad.
Son las 3:13 de la madrugada para mí y con el traqueteo del tren me estoy quedando sobado. El problema es que aquñi son las 10:13 de la mañana y me queda todo el día por delante... Esto va a ser un Jet Lag en toda regla. Jajaja. Antes lo digo...
Acaba de pasar una chica por el pasillo del tren vendiendo snacks y bebidas. No tenía nada parecido a un Red Bull, así que acabo de comprar la primera Coca-Cola japonesa. Sabe igual.
A medida que entro en Tokyo (東京) se va perdiendo todo lo tradicional japonés por algo oriental típico japonés, pero nada tradicional: miles de bloques enormes a cual más grande, con miles de ventanas cada uno. Impresionante.
Acabo de entrar en los túneles hacia la estación de Tokyo. Información en inglés hay la justa para saber cual es la estación a la que vas. Mi bajo nivel de japonés me ayuda a entender alguna cosilla más... Aunque siempre esta la hora prevista de partida y llegada del tren. La salida ha sido clavada y parece que la lledada será lo mismo.
Un saludo,
Carlos
Por fin empiezo a sentir esa sensación de inquietud/ilusión que se siente cuando alguien visita un lugar desconocido. Ahora, en un tren exprés que me lleva del aeropuerto internacional de Narita hasta la estación de Shinjuku (新宿). Parece que los nervios empiezan a calmarse. Lo poco que he visto por la ventana no me hace pensar que vengo al lugar tan extraño al que una parte de mí pensaba que iba.
Aunque cuanto más me alejo del aeropuerto, igual que todos, más me alejo del mundo occidental. Diferente, pero no demasiado. Aquí tambiíen hay casas descuidadas, dejadas al paso del tiempo. La mayoría de viviendas con un toque japonés, estilo a las series manga que se ven desde España. Otras, en cambio, son pequeñas obras de arte que parecen pequeños palacios imperiales. Todas juntas y desperdigadas.
Sé que aún queda para llegar a la mayor megápolis del mundo, pero se me hace raro ir entre campos de arroz, bosques, poblachos y postes de electricidad.
Son las 3:13 de la madrugada para mí y con el traqueteo del tren me estoy quedando sobado. El problema es que aquñi son las 10:13 de la mañana y me queda todo el día por delante... Esto va a ser un Jet Lag en toda regla. Jajaja. Antes lo digo...
Acaba de pasar una chica por el pasillo del tren vendiendo snacks y bebidas. No tenía nada parecido a un Red Bull, así que acabo de comprar la primera Coca-Cola japonesa. Sabe igual.
A medida que entro en Tokyo (東京) se va perdiendo todo lo tradicional japonés por algo oriental típico japonés, pero nada tradicional: miles de bloques enormes a cual más grande, con miles de ventanas cada uno. Impresionante.
Acabo de entrar en los túneles hacia la estación de Tokyo. Información en inglés hay la justa para saber cual es la estación a la que vas. Mi bajo nivel de japonés me ayuda a entender alguna cosilla más... Aunque siempre esta la hora prevista de partida y llegada del tren. La salida ha sido clavada y parece que la lledada será lo mismo.
Un saludo,
Carlos
Que pasa carlos... bonito blog, has empezado muy bien por lo que veo. Espero qeu te lo pases en grande que seguro que lo haces. Ya me contaras y enviaras fotos, porque eso debe de ser otro mundo. Un abrazo!
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