Acostándome a las 3 no podía esperar otra cosa más que despertarme a las 12. A esa hora Job ya no estaba en el piso. Se había ido a hacer un examen de japonés.
Me he arreglado y remoloneado a partes iguales. Me he comido una cosa que compró Job. Era lo único que había... y tenía hambre. De todas formas, tampoco le importa (creo). Después he ido a dar una vuelta por Hiyoshi. He comprado unos bolis en una papelería y he arrasado en una tienda de todo a 99 yenes. En estas tiendas puedes encontrar de todo. Desde lo típico de todo a 100 en España (ahora ya todo a euro), hasta comida preparada lista para comer. Pasando por pescado, carne, palitos de Doraemon y las famosas galletas de Shin Chan.
Al salir de la tienda iba demasiado cargado como para seguir paseando. Así que he vuelto al piso. Todavía no estaba Job. No ha tardado mucho más. Y nos hemos ido a comprar algo para la cena. No sin antes que él se comiera un platazo de fideos.
Antes de consumar las compras nos hemos perdido en el centro comercial de la estación de Hiyoshi. Y el compañero se ha estado probando gafas...
El chico parece muy serio y que casi nunca se ríe. Lo que pasa es que se ríe por dentro. Para sí mismo.
Hemos cocinado. Hablado de música (resulta que en Holanda daba clases de salsa y que le gusta el reggaeton). Y cenado. Es sábado por la noche y me encuentro algo mal. Así que creo que me acostaré pronto. Mañana tenemos la fiesta Hanami. Se celebra el comienzo de la primavera y el florecer de los cerezos. Aunque no sé si acompañará mucho el tiempo, hace unos días que las temperaturas son bastantes bajas....
Un saludo!
Carlos
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