martes, 31 de marzo de 2009

3 fiestas!

Ayer era un día en el que había que hacer muchas cosas. Y se hicieron.

A las 9 de la mañana quedé con Shota en la estación de Hiyoshi. Un chico de mi laboratorio a quien le habían asignado la tarea de ayudarme en la oficina de la policía, para hacer el registro de extranjero. Y a abrirme una cuenta bancaria. Nos dieron casi las 11 al terminar y le pedí pedí si me podía acompañar a comprar un teléfono móvil japonés. Sin el registro de extranjero no podía comprarlo... Ahora están de vacaciones, pero igualmente s pasan el día en el laboratorio. No salen de ahí. Así que llamo a un compañero para preguntarle si había algún problema si se ausentaba un poco más. Un poco más fue más de una hora.

Como la tienda no abría hasta las 11 fuimos al McDonald's de al lado. La primera vez que voy a un McDonald's en Japón. 100 yenes una McPork. Me extrañó bastante que las hamburguesas fueran diferentes aquí. Más buena. La carne sobresalía del pan. Una salsa dulzona que no estaba nada mal... Me sorprendió para bien. Pero de todas formas, prefiero comer en casa.

Al poco abrió la tienda. Ya tengo móvil nuevo! Como me quedo solo para 4 meses tuve que comprarlo. Sumando las cuotas de apertura de servicio, la tarjeta de memoria y el adaptador de corriente: un pastón. Pero bueno, ya me habían avisado... Los móviles son algo más grandes aquí. También se entiende, porque si puedes ver la televisión, conectarte a Internet y usar el GPS, necesitas una buena pantalla...



Después de todo lo gastado, Shota me dijo que por la noche había una fiesta de bienvenida a los nuevos estudiantes del laboratorio. Me extrañó un poco enterarme esa misma mañana, pero bueno. No le entendí muy bien, porque pensaba que la fiesta costaría unos 3300 yenes y sería en el laboratorio. Mis espectativas de fiesta eran muy, pero que muy pesimistas. ¿Una fiesta en la universidad? ¿Y que empieza a las 7? ¿Qué se puede esperar? Y claro, con el profesor que dirige el laboratorio. Aunque Shota me dijera que al profesor le encantaba beber y que la "fiesta" era barra libre, mis espectativas no mejoraban.

En fin... a las 2 de la tarde tenía la orientación en la universidad. 2 chicos, un francés y yo. Me esperaba un aula llena de nuevos estudiantes, con ese ambiente de tú de donde eres, qué estudias y esas cosas. Pues no, sólo dos y en una sala diminuta con 3 sillones. Acabamos pronto. Solo nos recordaron todo lo que no debíamos hacer. Y que para cobrar la beca, debemos firmar mensualmente. Es decir, que me van a pagar por lo menos un mes menos de lo que pensaba... A no ser que me quede otro mes en Japón. Porque el primero que estuve, no cuenta.

Primer asalto

A las 18:45 llegué a la estación. Unos 20 japoneses, entre ellos el profesor, un par de alemanes de mi residencia y un coreano. Tardé pronto en descubrir que la idea que me había hecho en la mente era completamente errónea. Ya que a las 18:50 comenzamos a andar en dirección opuesta a la universidad. Fuimos a un restaurante japonés. Una sala toda para nosotros. Fue curioso observar como tenían todo más que preparado y organizado.

Para empezar, a todos los extranjeros nos sentaron los primeros (o casi). Pero a una distancia mínima entre nosotros de unos 3 metros. Los huecos se llenaron de japoneses. Nos obligaron a integrarnos! jejeje. Fue bastante divertido. No todos hablan inglés. Y los que lo hacen, con dificultades. Pero muestran bastante interés en comunicarse contigo. Quizás era la misión que tenían anoche... El chico que tenía al lado (no recuerdo su nombre. Demasiados en una noche) me dijo que a las 19:15 debían empezar las presentaciones. Y así fue. Uno a uno, cada uno de los nuevos estudiantes japoneses se ponían de pie, se presentaban, mostraban gratitud por estar con el grupo y decían alguna de sus aficiones o mostraban alguna habilidad. Fue gracioso ver como uno contorsionaba los brazos, para meter la cabeza entre un nudo que había hecho y la volvía a sacar... Luego fue el turno de los extranjeros. No me puse muy nervioso, pero la chica indonesia me dijo que me puse rojo. No sé. Hice mi introducción en japonés. Un mes de clase da para eso. Y la verdad es que lo agradecieron mucho. Como eramos unos 1o nuevos estudiantes, o más. Pasó más de media hora. y como estaba previsto, a las 20:00 empezaba la barra libre. 1 hora. Luego a pagar cada uno 2500 yenes. Por lo que bebimos y comimos no esta nada mal.

De este restaurante no tengo ninguna foto, había bastante gente haciendo y todos de mi laboratorio. Así, que ya las conseguiré.

Segundo asalto

Tras la cena, algunos se fueron para casa. Como la secretaria del profesor, un par de personar mayores de 30 años y alguno más. No fue el caso del profesor.


Fuimos a otro restaurante, donde Steven( uno de los chicos alemanes) y yo, acabamos sentados delante del profesor. Un poco cortados al principio, pero cuando empieza a llenarte el plato de comida y la copa de sake, la vergüenza empieza a disiparse.

La mesa llena de comida y bebida otra vez. De nuevo barra libre. Y al rato algunos empezaron a irse. Un hombre que trabaja para Hitachi y que estaba sentado al lado del profesor pidió a un chico que estaba a mi lado que le cambiara el sitio, para hablar conmigo. No sé si porque no me daba demasiada conversación, o porque de verdad le interesaba la comida típica española. De cualquier modo, muy simpático. En la foto estamos este señor, yo, Shota y Steven.


Poco a poco fue yéndose la gente y Benjamin, el otro alemán, acabó sentado a mi lado. El no es de nuestro laboratorio, pero al final, el profesor le decía que tenía que cambiarse y venir con nosotros. Seguimos con la fiesta con el profe y éste nos invitó a cada uno a una botella de sake. Pero del mejor del restaurante. Este sake no entraba en la barra libre...


Hay que ver lo fácil que entraba el sake... Y hay que ver a tu profesor metiéndose vasitos de sake y cócteles del trago. Hay que verlo. Quizás bebió mucho, aunque no se le notaba, pero acabó pagando nuestras cuentas. Es decir, alemanes y yo de gorra.

Tercer asalto

Shota nos dijo que si nosotros íbamos a la tercera fiesta, él también iba. Y así fue, los pocos que quedábamos, incluido el profesor, a otro restaurante. Algo más de comida y algo más de sake.


A todo esto, aún no eran las 12. Y para la mayoría era bastante tarde. Yo estaba algo cansado y al día siguiente tenía una reunión por la mañana temprano. ¿Con quién? Con mi profesor! jajaja. No sé si él se acordaba o no, pero preferí no recordárselo. Es un hombre muy divertido. De fiesta. Es más, esta vez pagó la cuenta de todos. Esta mañana era otro tipo distinto. Que ha llegado tarde, por cierto. La secretaria me ha dicho que estaba en el médico. ¿Por qué no iba a creérmelo?


El chico de la izquierda empieza ahora a trabajar para Google. Le cambio el sitio al chico que tenía antes a mi lado para hablar conmigo y practicar el inglés. Con uno bueno fue a practicar... Me dijo que fuera el fin de semana que viene al parque de Meguro, que habrá un paisaje espectacular. Tal vez vaya. Cerca de la una llegué a casa, acompañado por los alemanes. Parece buena gente.

No esperaba nada provechoso de la noche. Pero al final me lo pasé más que bien. Conocí a la gente de mi laboratorio. Y obtuve una gran impresión de ellos. Solo me falta ver cómo son trabajando. Que según voy siendo informado, son totalmente distintos.

Un saludo!

Carlos

domingo, 29 de marzo de 2009

Hanami


El día del hanami viene siendo el día de la contemplación del cerezo. Coincidiendo con el inicio de la primavera y el florecer de los cerezos, los japoneses (y demás) salen en manada a los parques de Tokyo a pasar el día bajo los cerezos en flor. Todos a los mismos sitios. Todos juntos. Me parecen curiosas, de igual modo que al resto de españoles que estoy conociendo, estas rutinas de comportamiento de los japoneses. Cuando hay que trabajar, todos trabajan. Cuando es día para ir al parque, todos van al parque. Hace unas 2 semanas o 3 estuve en este mismo parque con Lena, Mai y Sonja. No encontramos más que varios extranjeros y unos pocos japoneses que acudían a una boda. Desierto. En cambio, hoy parecía un parque completamente distinto. Hoy tocaba ir al parque.


Job y yo hemos ido con Luis a Shibuya. Hemos andando un poco hacia Harajuku y Yoyogi, para contemplar el ambiente que se respiraba en las abarrotadas calles de la ciudad. Hemos comprado algo de beber y comer en un combini. Y hemos ido a encontrarnos con más gente de la residencia en Yoyogi Park. Lo hemos logrado, dando un pequeño paseo de unos 45 minutos antes de llegar. No es fácil encontrarse en un parque de Tokyo cuando no sabes el lugar exacto y está lleno de gente...

Para mi gusto no era un muy buen día para pasar en el parque. Seguramente me faltaba sake para ponerme al nivel de algunos individuos que andaban por allí. El frío ha podido conmigo. Al principio del día parecía que iba a hacer calor, que sería un buen día. Quizás en unas semanas el tiempo acompañe algo más.


Las fiestas a las 4 de la tarde no son lo mío. Para otros sí. Como el japonés amigo de todo el que pasaba a su lado. La verdad es que era simpático...


Al poco rato hemos vuelto para el piso. Ya de noche. Y con un frío horroroso.

El día ha sido interesante. Aunque todavía no están todos los cerezos en flor, los parque están mucho más bonitos que hace un mes. Y cada vez me van sorprendiendo más los hábitos japoneses. A la vez que me voy acostumbrando. Aunque según lo que me cuentan los chicos que llevan algún tiempo aquí: aún me queda mucho por vivir.

Un saludo!

Carlos

sábado, 28 de marzo de 2009

Día de... nada


Acostándome a las 3 no podía esperar otra cosa más que despertarme a las 12. A esa hora Job ya no estaba en el piso. Se había ido a hacer un examen de japonés.

Me he arreglado y remoloneado a partes iguales. Me he comido una cosa que compró Job. Era lo único que había... y tenía hambre. De todas formas, tampoco le importa (creo). Después he ido a dar una vuelta por Hiyoshi. He comprado unos bolis en una papelería y he arrasado en una tienda de todo a 99 yenes. En estas tiendas puedes encontrar de todo. Desde lo típico de todo a 100 en España (ahora ya todo a euro), hasta comida preparada lista para comer. Pasando por pescado, carne, palitos de Doraemon y las famosas galletas de Shin Chan.

Al salir de la tienda iba demasiado cargado como para seguir paseando. Así que he vuelto al piso. Todavía no estaba Job. No ha tardado mucho más. Y nos hemos ido a comprar algo para la cena. No sin antes que él se comiera un platazo de fideos.

Antes de consumar las compras nos hemos perdido en el centro comercial de la estación de Hiyoshi. Y el compañero se ha estado probando gafas...

El chico parece muy serio y que casi nunca se ríe. Lo que pasa es que se ríe por dentro. Para sí mismo.

Hemos cocinado. Hablado de música (resulta que en Holanda daba clases de salsa y que le gusta el reggaeton). Y cenado. Es sábado por la noche y me encuentro algo mal. Así que creo que me acostaré pronto. Mañana tenemos la fiesta Hanami. Se celebra el comienzo de la primavera y el florecer de los cerezos. Aunque no sé si acompañará mucho el tiempo, hace unos días que las temperaturas son bastantes bajas....

Un saludo!

Carlos

viernes, 27 de marzo de 2009

De coreano a japonés



Después de las clases, Waan, Sonja, Janto y yo a comer a un coreano. De estos que te sientas en suelo. Llevo 1 mes en Japón y es la primera que voy a uno de estos... Te dan una especie de delantal para que comas todo lo guarro que quieras. No es mala idea, pero queda poco elegante.


Se trataba de una comida de despedida de clases. Y al final hemos sido 4. Dos de primero y dos de segundo. Ha sido divertido. Pero a veces me daba la sensación de que estábamos ahí porque tocaba. Como que después de un curso hay que hacer una despedida. Pero que igualmente he estado muy a gusto. Y más aún con la comida. Nos han puesto una plancha y la han llenado de carne y verdura. La carne buenísima!


al final la mesa ha acabado llena de comida. Un gozo.

Hemos repetido de todo. Excepto los plato principales, como la carne, los acompañamientos, en la mayoría de establecimientos, puedes pedir que los rellenes sin coste adicional. La verdad es que la carne de cerdo embadurnada en una salsa dulce estaba de muerte...


Tras la comida, el té y los chicles que dan hemos ido hasta Shibuya. Tocaba beber algo. Waan tenía planes, así que hemos quedado 3. Hemos ido al mismo bar que fuimos después del karaoke hace un par de semanas. Es, por lo visto, de los más baratos. No ha estado mal. Al final, cerca de las diez de la noche me he despedido de ellos. Querían seguir bebiendo a mí no me apetecía demasiado. Además, le dije a Job que podríamos ir a dar una vuelta hoy por la noche. Me hubiera sabido mal que me esperara demasiado en el piso.

Así que eso hemos hecho. Hemos ido a dar una vuelta por el "pueblo". Porque es lo que parece. Viernes por la noche y está todo muerto. Esperábamos otro tipo de ambiente alrededor de una estación asediada por dos facultades. Pensábamos que era una zona de estudiantes borrachos por las calles (quizás no tanto...). Pues no. Hemos terminado comiendo ramen en el restaurante más barato que hemos encontrado.

Me sorprende que todos los establecimientos, o casi todos, tienen sus anuncios única y exclusivamente en japonés. Me esperaba encontrar algo más bilingüe, tratándose de una zona universitaria. Tal vez es porque no es una zona universitaria, tal vez no se trata de ningún campus, tal vez simplemente es una ciudad donde hay dos facultades y una residencia.

Un saludo!

Carlos

Bye Bye, Kai


Descartando a todos los que se han ido la semana anterior en los niveles 1 y 2 de japonés, éstos somos los que quedamos. 2 de los 8 son profesoras.

Hoy ha sido un día entretenido. Hemos dado la clase fuera de la academia. Nos han encomendado unas especies de misiones que debíamos cumplir por el barrio. No ha estado mal. Al llegar hemos estado jugando a una especie de "tabú" en japonés. Aunque también valían los gestos. En los siguientes vídeos se ve a Yamaguchi, nuestra profesora, y a Waan.





Al final tocaba la entrega de diplomas. Oo, la mujer de Taiwán, se ha emocionado y ha llorado. La verdad es que por mi parte, y creo que por la de Waan tampoco, no he notado ningún clima de tristeza o pena. No sé, quizás ya se me estaba haciendo un larga la semana de tanto y venir en tren. Quizás ya tengo ganas de relajarme un poco en el piso.


La verdad es que las clases estaban muy bien. Y para ser un curso introductorio, ha resultado ser muy útil. Seguramente, si hubiera hecho el test, hubiera accedido al segundo nivel. Pero me hubiera perdido algunas cosas interesantes que he aprendido.

Unas de las cosas que más me han sorprendido en el curso es que nos han explicado como se dice cerveza, café y vino (entre otras bebidas), pero en cambio, en ningún momento nos han explicado como se dice agua. Gracioso... Será porque el agua es gratis en todos los restaurantes y no hace falta pedirla. Por lo menos en todos los que he estado.

Un saludo!

Carlos

jueves, 26 de marzo de 2009

Para Pablo

Es sorprendente lo sencillo que es conseguir cualquier tipo de cosas en Japón. Incluido artículos pornográficos.

Esta tarde, antes de comer con Sonja cerca de la academia, hemos entrado en una tienda (pensaba que era de cómics) de vídeos pornográficos. La entrada engaña, porque puedes ver un montón de cd's de música tirados de precio (Sonja ha comprado 3 por 30 yenes los tres) y películas en VHS de anime y cine americano. Justo en medio de la tienda cambia el panorama. Miles de películas porno japonesas a un precio simbólico. Y la verdad que bastante gente (sexo masculino) juzgando cual iban a comprar hoy.


Tras comer e ir al piso, hemos estado cenando en el piso de Luis. Un chico español que vive en el piso de abajo. Con dos más, una española y un francés. Ha sido divertido... Al final me han enseñado un vídeo algo curioso. Vale la pena echarle un vistazo...



Un saludo!

Carlos

miércoles, 25 de marzo de 2009

¿Paella?

Casi no podía creerlo cuando lo he visto. Pero es cierto: paella envasada al vacío. No tengo ni idea de como puede estar (aunque me hago una idea...). Y no tengo ninguna intención de averiguarlo (aunque sí algo de curiosidad...). "Paeria" para 1: 366 yenes (unos 3 €). No es demasiado.

Un saludo!

Carlos

Nuevas vistas


Las vistas desde la puerta de nuestro piso no son una maravilla, pero prefiero mil veces esto, que un hotel de 8 plantas. Aunque claro, hay que mirar hacia la derecha. Porque si vamos girando la cabeza hacia la izquierda acabamos encontrándonos uno de los bloques de la residencia de estudiantes. Son 4 bloques iguales.

Si sigues girando a la izquierda, acabas encontrándote con la puerta del piso y con Job haciendo un poco el tonto...

La verdad es que estoy muy contento con el nuevo piso. Y con el proyecto. Por fin sé cual es exactamente el título. Tenía una idea de lo que iba a hacer, pero estaba completamente claro.

"Shape Generation Method from Kansei Language Representing Concept". Mejor no trato de traducirlo, ni de explicarlo. Todo lo que dijera bajaría su poderío como título. Pero en dos palabras sería: programación y Kansei.

Después de la visita a la universidad: visita a la academia. Hoy teníamos clase de conversación con dos chicos invitados por la academia. Japoneses. Pero, casualidad, uno de ellos había estado viviendo en Valencia 1 año. Habla castellano y odia el japonés. Dice que es demasiado difícil. Tutti quiere que le llame. Por lo visto le llamaban así en España. Muy gracioso el chico. Hemos intercambiado direcciones de correo y algún día nos iremos por ahí. Seguramente a algún karaoke.

Tras llegar al piso, Job y yo, hemos ido a comprar los ingredientes para la cena. Hemos cocinado ramen! Increíble, buenísimo!

No tengo palabras, sólo hambre de pensarlo.

Un saludo!

Carlos

martes, 24 de marzo de 2009

Oshiri Kajiri Mushi

Poco que decir del día de hoy. Excepto que hemos tenido una reunión de orientación de las normas de la residencia. O mejor dicho, todo lo que no se puede hacer. Lo más sorprendente es lo restrictivos que son las visitas. Sólo permitidas durante el día y hasta las 22:00. Avisando siempre con una semana de antelación. Y si alguien quisiera quedarse a dormir en mi habitación algún día, podría hacerlo. Siempre y cuando sea un familiar y del mismo sexo. Así que nada de madres, ni hermanas. La verdad es que no entiendo muy bien la finalidad de este tipo de restricciones. He estado hablando de esto con Job y hemos llegado a la conclusión que ellos buscan un nivel de disciplina, deben de suponer que la gente se salta las normas hasta cierto punto y entonces, exigen un nivel mayor del que buscan. No sé si me explico... El caso es que nos parece exagerado. Lo mismo piensa Sam, un chico americano que hemos conocido en la orientación y que se ha venido a cenar al piso con nosotros.

Nos han exigido hacer un reciclaje exhaustivo. No lo veo mal. Pero con el mini-piso que tenemos, ¿de verdad piensan que se puede hacer una separación de 8 tipos de deshechos?

Durante la cena la lavadora estaba en marcha. Todo parecía ir bien. ¿Quién iba a pensar que quizás, al centrifugar, podría caerse la caja de polvos de la lavadora en el lavamanos...? Al final, con unas pequeñas tareas de fontanería he conseguido desatascar el tapón de polvos. Creo que nunca he tenido las manos tan limpias. Parecía una fiesta de la espuma.

Después de irse Sam, Job me ha enseñado un vídeo de YouTube. Por lo visto es muy famoso en Japón. La tradución, si no me equivoco, sería algo así como: el insecto muerde culos. Lo de muerde no lo tengo claro, pero lo de que culo e insecto está en el título, no hay duda. En el vídeo se explican los pasos del baile. Quien se atreva, que lo intente. Aconsejo encender los altavoces, porque vale la pena.



Creo que es por este tipo de cosas que, a veces, los japoneses no andan muy bien...

Un saludo!

Carlos

lunes, 23 de marzo de 2009

Cambio de aires

Un día largo se presentaba. Y así ha sido. Desde que me levanté a las 7 en el hostal, cruzando medio Tokyo con el maletón y la mochila, hasta que llegué a la puerta de la oficina principal de la residencia de estudiantes, pasaron justo 2 horas. Hiyoshi International Center. Aún me quedaba una hora para que me explicaran todo lo relacionado con mi "piso". Justo a las 10am estaba en el despacho de mi tutor. La verdad que mis nervios se han disipado al poco de conocerle. Un tipo mucho más simpático en persona que por correo... Hemos hablado más de Barcelona que de mi proyecto. Bueno, quizás exagero un poco. Pero me hace mucha gracia que casi todos los japoneses que conozco: 1, han visitado Barcelona; o 2, es su próximo destino. En este caso la había visitado en dos ocasiones. Sobre mi proyecto, poca cosa. Sabe que quiero profundizar en temas de ingeniería Kansei (muy japonés...), así que según dice me dedicaré a programar una especie de software en C o C++, basándome en este tipo de ingeniería. Poco más. La idea de este primer encuentro era conocernos. Me ha enseñado su laboratorio, me ha comentado que me preparará uno de los ordenadores. En dos días volveré a que me diga el tema concreto del trabajo. A ver qué será finalmente...

Al volver al apartamento (no sé muy bien como llamarlo...) seguía la habitación de mi compañero de piso vacía. He vaciado con muchísimo placer la maleta y como me quedaba tiempo, he ido a clase de japonés. De vuelta me encontrado con Job. Un chico holandés de unos 27 años. Estudiante de historia. Y que igual que yo viene para 4 meses más. En su frente ponía: tengo un jetlag que te cagas! La verdad es que la primera impresión no ha sido excesivamente buena. Pero a medida que lo he ido conociendo, me ha ido cambiando la idea. Parece simpático y tiene un humor extraño. No sabría definirlo. Hemos ido a comprar cosas para el piso. Conocimos a otros estudiantes de la residencia. Y fuimos a cenar. Parecemos una pareja... qué romántico!

Del piso mi poco que contar. 36m2 no dan para demasiado. Pero al menos están bastante bien repartidos. Cada uno tiene una buena habitación. La mía parece un poco más grande, pero la suya tiene mejores vistas. Yo veo las vías del tren y algún edificio... La zona compartida es lo que queda, no demasiado. Pero me gusta (comparando con el dormitorio de 8...).

Solo me queda hacer la cama y todo estará preparado para vivir.

Un saludo!

Carlos

domingo, 22 de marzo de 2009

4 niveles!


Tras comer algo con los chicos mejicanos me he ido a la lavandería. Y mientras trabajaba la lavadora me he ido en busca de "Don Quijote". Una tienda donde venden prácticamente de todo. A 10 minutos del hostal. Lo espectacular no era el establecimiento. Lo que más me ha sorprendido es lo que me he encontrado justo delante. Ya había oído hablar de que en Tokyo había cruces de carreteras de 3 niveles de altura. Pues he aquí uno de 4! Una carretera se mete bajo tierra para pasar en unos 30 metros por debajo de la principal. Encima se ven otros 2 niveles más. Tal vez no se aprecie muy bien en la imagen, pero en vivo impresiona (a mí por lo menos).

Un saludo.

Carlos

Cosas que mejoran con salsa

Ayer no pude acceder a mi cuenta en blogger. Un problema con la IP o no sé qué... Pero bueno, no había mucho que contar. Estuve todo el día en el hotel, estudiando un poco. Más que estudiar, mirar cosas relacionadas con mi proyecto en internet. Siendo sábado me sorprendió lo tranquilo que estaba el hotel. Casi ni un alma. Debió de ser día de turismo.

Sin darme cuenta, y habiendo hecho solo un par de recados, ya eran las 2 del medio día. En uno de estos recados me timaron. O más bien, me atracaron. ¿Cómo pueden cobrar unos 3 € por imprimir 3 páginas DIN-A4, en blanco y negro, en una copistería? ¿Están locos?

Tras comer algo y mirar el correo, llegó Masa a la cocina. Uno de los chicos de recepción. Muy, pero que muy gracioso. Habla castellano y me dio a probar de todo lo que estaba comiendo. Advirtiéndome de que las judías fermentadas con soja suelen dar asco a los de fuera de Japón, pero que es algo muy típico que ellos comen. Él solo quería reírse un rato de mi cara al comérmelo... La textura era extraña, sobretodo los hilos pegajoso-elásticos que decía que eran soja, pero más bien parecía queso fundido (no por el sabor). No es que estuviera asqueroso, pero ahora que sé lo que es el natto, no lo pediría en un restaurante. Un sabor muy característico entre agrio y amargo. Por otro lado, la sopa de miso de sobre no estaba nada mal.


Después de estar hablando un rato con Michael, el holandés, instalarme el Azureus y poner a bajar algunas películas, como "Im juli", "Milk" o "The reader", bajé a la recepción. A medida que pasa el día, la conexión inalámbrica en la 6ª planta empeora muchísimo. Masa estaba trabajando ahí y la verdad es que me sorprendió bastante escuchar salsa por los altavoces de recepción. Estuvo viviendo un tiempo en Sudamérica y se trajo algo de música. Dice que hay varios locales de salsa en Tokyo. Nos hemos intercambiado los correos y hemos quedado que un día de éstos nos iremos por ahí a bailar. Creo que puede ser muy gracioso bailar salsa en Japón. En el vídeo se puede ver a Masa y escuchar la música de fondo. Aunque no lo parezca, la recepción está siempre en un volumen muy bajo y la música está de fondo, muy de fondo. Pensaba que no se apreciaría en el vídeo.


Tras hablar un rato por el Skype con AB y mirar algunas páginas web se hicieron las 9 en Japón. Hora que acababa el turno de Masa. Me ofreció ir a tomar algo con ellos y accedí. Era la última noche de Ian, pero no sabía a que hora volvería y como pensaba que sería un rato solamente... Volví cerca de la 1 de la noche. Fue bastante divertido. Fuimos a un restaurante japonés a una manzana del hotel. No recuerdo el nombre porque estaba escrito en kanjis. De estos que te tienes que quitar los zapatos. Había dos chicos mejicanos del hotel con todos los recepcionistas que no trabajaban a esa hora. Son completamente distintos dentro y fuera del mostrador. Comimos algo (no mucho, pero todo buenísimo), bebimos algo (bastante) y estuvimos hablando todo el rato (en español, inglés y japonés).

En esta foto se ve Masa que se iba al servicio. En la siguiente Erik con una de las recepcionistas. No recuerdo más nombres. Entre que alguno no estoy seguro que lo dijera y que son en japonés, pues me cuesta memorizar.

Hoy he quedado con los mejicanos para comer. A las 6 tienen el vuelo de vuelta. Yo esta tarde la dedicaré a preparar la maleta. Esta noche es mi última noche en el hostal. Y no sé muy bien si estaré a la altura en el proyecto... Así que hoy toca ponerse algo nervioso.

Un saludo!

Carlos

viernes, 20 de marzo de 2009

Kai Language School

Llevo 3 semanas aprendiendo japonés y todavía no había colgado ninguna foto de la academia. Aquí alguna. De toda la clase. De derecha a izquierda: Waan, de Bangkok; O, de Taipei; Kit, de San Francisco; la profesora Yamaguchi; Mai; y yo.


De Mai y de Kit recibiendo el diploma. El último día de ambas. Kit, es una mujer americana, muy simpática, que se quedará una temporada viviendo en Tokyo.


Y por último una de Waan haciendo el gamba.


Un saludo!

Carlos

A Mai y a Lena


Creo que es la primera vez que siento el sentimiento de soledad desde que estoy en Japón. No es que me encuentre mal. Pero ha sido empezar a escribir esta entrada, subir las fotos de Mai y Lena y he notado que debía cambiar el título. Iba a llamarse "Kabuki y despedidas". Pero ellas merecen algo más que eso. Ya he vivido alguna otra despedida, como la de Rafa. Un chico del que me acuerdo y guardo un muy buen recuerdo. En poco tiempo, cada uno ganó una casa donde pasar un tiempo en otro continente. Con Lena y Mai es algo distinto. Quizás porque fueron las primeras personas a las conocí al llegar, incluso con las maletas a cuestas. Quizás porque he pasado mucho tiempo con ellas. Sonja incluida. O quizás porque gracias a ellas he encontrado un apoyo sólido, convirtiendo mis días en Tokyo en algo mucho más amigable y agradable. O simplemente, porque son unas chicas estupendas. Y muy guapas, por cierto. Una mezcla bastante acertada.

Las echaré de menos. Y no es que sea una despedida absoluta, porque Mai volverá unos días en un par de semanas para despedirse de sus abuelos; y Lena estará viviendo en el sur de Japón. Y como ya tenía pensado conocer el sur, ¿qué mejor que conocer a alguien que te muestre el lugar? Se puede decir que es una pre-despedida. Y noto que cuando llegue el momento de decir adiós definitivamente, no será nada feliz. Es extraño como se puede forjar este sentimiento de amistad en tan solo 3 semanas. Según se mire es poco tiempo, según lo miro yo, es bastante. Odio las despedidas. Supongo que como casi todo el mundo.

Es difícil explicar los sentimientos y sensaciones. No sé que se puede interpretar en mis palabras. Pero este tipo de despedidas no es como las despedidas que tuve en España. Al fin y al cabo voy a estar viviendo 5 meses lejos de mi casa. Sólo 5 meses. Ahora quedan algo más de 4. Y entonces, todo volverá a ser bastante parecido a cuando me fui. Evidentemente que cuando me acuerdo de mi gente los recuerdo con cariño. A mi novia, a mi familia y a mis amigos. Pero sé que seguirán ahí. Que volveré a estar con ellos. Cuando me despida de las chicas definitivamente, quizás sea definitivo. No sé si me explico. Quizás nunca más nos volvamos a ver. Estoy seguro que casi todo el mundo habrá experimentado este sentimiento. Que no estoy viviendo nada nuevo. Que no hacía falta venir a Japón para sentirlo.

Mai y Sonja han dicho que vendrán a Barcelona. Y yo que iría o a Dusseldorf, o a Bonn o a donde esté estudiando Lena dentro de un año en la otra parte de Alemania. No recuerdo el nombre. Pero la vida da muchas vueltas. Y, ¿quién sabe? Espero que sean chicas de palabra. Así muchos de vosotros podáis conocerlas personalmente.

La mañana de ayer fue mañana de Kabuki. Una representación teatral típica de japonesa. En japonés. Interesante, pero aburrido. Quizás porque no me enteré de la mitad. La tarde fue tarde de sake y cereza. Después de cenar con Waan en un coreano y marcharse a una clase de yoga, los 4 restantes fuimos a tomar algo. Entre las dos mega-jarras de cerveza japonesa y las 2 botellas de sake, acabamos finos. A ellas les faltaba calle para andar y al llegar yo a la estación de Ikebukuro, noté que se me hizo más larga que de costumbre. Me costó bastante dormir...

Esta mañana hemos comido ramen en un restaurante cerca de mi hostal. Muy bueno. Después de la clase, en la estación de Shin-Okubo nos hemos despedido. Una despedida alegre por fuera, pero por lo que a mí respecta, algo descontento por dentro.Repito que no me encuentro triste. Que no es tan tremendo como quizás pueda parecer. Sólo que escribiendo estas líneas, me entristezco.

Esta entrada va dedicada a Mai y a Lena. Con cariño!

Un saludo!

Carlos

miércoles, 18 de marzo de 2009

La última noche de Rafa

Todo parecía indicar que la noche acabaría pronto. Rafa acababa de organizar todas sus cosas para partir hacia Méjico. Hizo un recuento del dinero que le quedaba: 113 yenes. Ni para pipas... Adiós a la gran despedida en un Karaoke o a una noche de fiesta por Shibuya. Yo le hacía compañía. Pero todo fue cambiando desde que vino Ian a la habitación. Cerca de las 10 de la noche nos dijo que se iba a cenar con Yuko, que si queríamos ir con ellos. Ya habíamos cenado, así que acordamos en vernos después, si no estábamos durmiendo. Pero las 10 era muy pronto para acostarse. Quizás si hubieran sido las 11. O tal vez las 10:30, nos hubiéramos quedado y descansado. Él tenía el billete de tren a las 9:31 de la mañana y yo había quedado con las chicas de la academia a las 10 en la estación de Tokyo. En fin, decidimos ir a dar un paseo. Esa era la intención. Pero al pasar por la puerta del super decidimos comprar el desayuno de esta mañana. ¿Por qué el pan de molde está en el mismo pasillo que las bebidas alcohólicas? La tentación fue imposible de evitar para Rafa. Me comentó que tenía una tarjeta de crédito y que con ella podría pagar. No necesitó ningún esfuerzo a la hora de convencerme. Acabamos en la misma mesa que la noche anterior.

Rodrigo, un chileno que vive en Australia de 25 años, se nos presentó nada más entrar en el bar. Oír que alguien habla castellano en Japón incita a empezar una conversación. Un chico simpático. No esperó un segundo ofrecimiento para beber con nosotros. A la primera aceptó. Ian llegó al poco rato. Algo después se acabó el whisky y Rodrigo vino conmigo a pagar la segunda botella al combini de la esquina.

Pasó el tiempo y nos fuimos hacia las habitaciones. Ian estaba metiéndose en la cama cuando Rafa me pidió por favor que nos bebiéramos la última copa en la cocina. Que era su última noche. No supe decir que no... Después de eso no sé cuanto tiempo pasó desde que miré la hora a las 4 y media. Solo sé que si alguien estuvo mirando las cámaras de seguridad de la planta 6 debería estar más que alucinando. No hicimos nada malo ni raro y estábamos en silencio (creo recordar...). Tengo algún vídeo grabado con el móvil, pero sé que Rafa me agradecerá que no lo cuelgue. Puesto que yo era el cámara... Por cierto, un grandísimo acierto el suelo enmoquetado.

A las 12 he mirado la hora y me he sentido mal, muy mal. Aunque avisé a las chicas que posiblemente tendríamos algún tipo de fiesta, les dije que lo más seguro iría con ellas. Les he pedido mil disculpas por la ausencia y no avisar. Pero ya me han dicho que se lo habían imaginado y que no hay problema. Me sabe mal hacer cosas así.

Por otro lado, el desayuno está todavía en la nevera. Ahora tengo para dos días.

Espero que Rafa no perdiera el tren...

Un saludo!

Carlos

martes, 17 de marzo de 2009

Akihabara


Por fin he ido a Akihabara! He quedado con Rafa a las 16:30 en Shin-Okubo. Hemos cogido la línea circular y aunque era un poco más largo ir por la parte de abajo de Tokyo, ha sido la ruta que hemos tomado. Así íbamos acompañados hasta Shinagawa por Lena, Mai y el chico de Liechtentein.


Akihabara es un lugar que hay que ver. Es impresionante. Es un lugar donde no importa nada a la hora de atraer clientela. Un derroche de energía, de luces, de sonidos. Todo son estímulos para los sentidos. El gusto es el único de los que se queda aparte. Pero pronto harán algo para que entre a formar parte de los excitables. Me siguen sorprendiendo la publicidad en las calles, las pantallas de televisión, los vendedores (que más bien son animadores) con micrófonos gritando todo lo que ofrecen en la tienda (o eso supongo que dicen...).


Hemos entrado en el edificio de Sega. Hoy ha cambiado mi idea de salón recreativo. Espectacular. Rafa ha estado jugando un rato al "Street Fighter IV". En la última planta había una sala donde la gente tenía unas carta con jugadores de fútbol y que al ponerlas sobre un tablero digital creaban tu alineación y tácticas de juego. Eran una especie de entrenadores. Lo mejor es ver el vídeo a continuación.


Es el lugar perfecto para gastar dinero. Afortunadamente solo he gastado 100 yenes en una partidita de fútbol en el edificio de Sega. Pero hay tiendas de todo tipo. Las típicas de manga, las de videojuegos, las de electrónica. Y también las cosas más raras que uno pueda imaginar. En una de las tiendas que hemos visto venden reliquias del videojuego. ¿Alguien quiere una de las primeras Nintendo que salieron al mercado? ¿O un juego para la GameBoy? La primera de todas. Éste es el lugar que buscas:


Cuando cae la noche, son los carteles publicitarios los que iluminan las calles.


Mañana por la mañana se marcha Rafa a Méjico. Ésta es su última noche en Tokyo. Pero no creo que hagamos mucho, se ha quedado sin nada de dinero con el exceso de compras que ha hecho y no le apetece tomar nada. Ya veremos...

Un saludo!

Carlos

Noche de vicios



La noche ya no empezaba bien... Después de cenar unos espaguettis con tomate de sobre, comprados en el supermercado del barrio fuimos directamente a "Pachinko". Locales como esté invaden Tokyo. No son más que unas salas de máquinas traga perras. Desde las típicas del bar Manolo, hasta las que se ven en vídeo. En las que la diversión aumenta lanzando unas bolas a modo de pinball y que la ruleta gira solo cuando una entra en un agujerito. A nosotros nos parecido un timo, pero siempre están llenos, desde primera hora de la mañana hasta la noche, cuando cierran. Como la apuesta mínima eran 1000 yenes, lo hicimos a medias. En total salía a unas 100 bolas por cabeza. Pero la "diversión" no nos duró más que 5 minutos de reloj, tomándolo con calma. A decir verdad, no le vimos la diversión. Lo único que puedo enseñar es ese mini vídeo. Ya se ve a Rafa al final diciendo "No foto". Un guardia venía corriendo a decirme que parara de grabar. Luego nos enseñó a jugar. Fue muy amable, aunque nos gastó unas 10 bolas en la demostración.


Después de la visita a Pachinko fuimos a un combini a comprar algo de alcohol. Siendo lunes no había mucho ánimo de fiesta. Y nos encontramos a Moe en el restaurante de enfrente al hostal. Que también pertenece al grupo Sakura Hoteles. Moe es un personaje que conocimos mientras acabábamos de cenar. Y sí, como el de los Simpson. Que también dormía en nuestra habitación. Y que también viaja solo. Un americano de los auténticos. Amante de los tatuajes, los viajes, las mujeres y por supuesto su patria. USA! Quizás en orden inverso...


Las botellas fueron acabándose a medida que los temas de conversación iban surgiendo. Las típicas conversaciones que pueden surgir en un encuentro internacional: deportes, viajes, formas de vida, hobbies... La verdad es que sorprende lo fácil que puede ser encontrarse bien entre personas que no tienen nada mejor que hacer que estar contigo. Que no tienen que guardar las formas, ni las apariencias. Que dicen abiertamente lo que piensan. Que son tal y como son. Total, al fin y al cabo es una amistad de paso. De unos días. Y posiblemente no volvamos a vernos en la vida.

Por producto de la casualidad, 4 desconocidos coinciden en un punto del mundo. Tokyo. Comparten el momento. Y beben whisky. Tuvimos que comprar algo más. Compramos algunas patatas sabor a pizza. Pedimos hielo a la chica del bar. Y volvimos a comprar patatas.

No nos acostamos tarde, pero tampoco era muy pronto. No nos acostamos bebidos, pero sí contentos. Nos acostamos todos juntos en la misma habitación. Cada uno en nuestra cama. A la mañana siguiente Rafa y yo íbamos a ir a Roppongi, pero nos hemos quedado dormidos...

Esta entrada va dedicada a Rafa, el mejicano; a Ian, el canadiense; y a Moe, el americano.

Un saludo!

Carlos