Por fin llegó el día que uno espera cuando visita Japón. No tenía demasiada ansiedad por ir porque sabía que tarde o temprano acabaría pisando uno de estos lugares. La verdad es que ahora comprendo perfectamente por qué gusta tanto a los japoneses los karaokes. Están muy, pero que muy bien. Al principio me pareció muy, pero que muy caro. Pero claro, escogiendo la opción de bebida incluida, la cosa cambia. Beber alcohol en japón sale bastante caro. Muy caro. Pero ir a uno de estos sitios, donde puedes beber todo lo que quieras, te lo puedes montar muy bien.
Fui puntual, pero me perdí en la estación de Shibuya... Es un poco triste, pero no encontraba la salida oeste, donde habíamos quedado. Harto fui hacía un chico que me pidió que dejara de hablar en japonés, que seguramente nos entenderíamos mejor en inglés. Además conocía Barcelona y como no, la paella y las Ramblas. Un chico majísimo, me llevo hasta la misma entrada.
Pensaba que iría mucha gente, pero al final lo de siempre. Un "Sí, sí, seguramente vaya" significa "No sé muy bien como decirte que no iré". Pero no importó, porque fuimos solo 4, pero bien avenidos. Los 4 de siempre: Mai, Lena, Sonja y yo. Alquilamos la primera hora con bebidas. Y ya veríamos la segunda.
En cuanto a las bebidas fue una tras otra. Y en los últimos minutos decidimos no coger la segunda hora con bebidas, así que a falta de 5 minutos pedimos una ronda doble. No nos faltó bebida. Creo que trajeron como unos 5 wiskazos dobles con coca-colas para mí, y como unas 15 cervezas y varios cócteles para ellas. Supongo que esto ayudara a quitar pronto la vergüenza que pensaba que tendría a la hora de cantar. Más vale que estudie: el canto no es lo mío.
En cuanto a la música, poco. Divertidísimo. Acabé cantando en alemán. Es lo que pasa cuando vas a un karaoke con alemanes. Supongo... De música en español más bien nada. Un par de Bisbal, "la Macarena" y algún cantante más que no conozco (con nombre latino). Había un mega catálogo con las canciones y todas las canciones que no fueran asiáticas estaban dentro del apartado "Música en inglés". Es triste que lo poco que se conoce de la música española sea basura en gran parte. Pero bueno, ellas acabaron cantando "la Macarena". Y bailando... Y por supuesto, cantamos en japonés!! Increíble.
Es algo que vale la pena. Sobretodo con la idea de salir de fiesta es una muy buena opción para empezar la noche. Porque en total nos salió por 2400 yenes (unos 19 €). Estuvimos esperando a un chico de Liechtenstein de la academia que vino más tarde y los 5 nos fuimos a un bar, llevados por un japonés que conocimos en la calle. Dejó a sus compañeros y se vino con nosotros de copas. Gracioso. Como lo único que vendían que no fuera abusivo era cerveza y mi paladar poco entendía de sabores a esas alturas, me bebí la primera cerveza de mi vida. La segunda y la tercera también. Sigue sin gustarme, pero anoche no la detesté tanto...
Me encantó la experiencia!
Un saludo!
Carlos.
Fui puntual, pero me perdí en la estación de Shibuya... Es un poco triste, pero no encontraba la salida oeste, donde habíamos quedado. Harto fui hacía un chico que me pidió que dejara de hablar en japonés, que seguramente nos entenderíamos mejor en inglés. Además conocía Barcelona y como no, la paella y las Ramblas. Un chico majísimo, me llevo hasta la misma entrada.
Pensaba que iría mucha gente, pero al final lo de siempre. Un "Sí, sí, seguramente vaya" significa "No sé muy bien como decirte que no iré". Pero no importó, porque fuimos solo 4, pero bien avenidos. Los 4 de siempre: Mai, Lena, Sonja y yo. Alquilamos la primera hora con bebidas. Y ya veríamos la segunda.
En cuanto a las bebidas fue una tras otra. Y en los últimos minutos decidimos no coger la segunda hora con bebidas, así que a falta de 5 minutos pedimos una ronda doble. No nos faltó bebida. Creo que trajeron como unos 5 wiskazos dobles con coca-colas para mí, y como unas 15 cervezas y varios cócteles para ellas. Supongo que esto ayudara a quitar pronto la vergüenza que pensaba que tendría a la hora de cantar. Más vale que estudie: el canto no es lo mío.
En cuanto a la música, poco. Divertidísimo. Acabé cantando en alemán. Es lo que pasa cuando vas a un karaoke con alemanes. Supongo... De música en español más bien nada. Un par de Bisbal, "la Macarena" y algún cantante más que no conozco (con nombre latino). Había un mega catálogo con las canciones y todas las canciones que no fueran asiáticas estaban dentro del apartado "Música en inglés". Es triste que lo poco que se conoce de la música española sea basura en gran parte. Pero bueno, ellas acabaron cantando "la Macarena". Y bailando... Y por supuesto, cantamos en japonés!! Increíble.
Es algo que vale la pena. Sobretodo con la idea de salir de fiesta es una muy buena opción para empezar la noche. Porque en total nos salió por 2400 yenes (unos 19 €). Estuvimos esperando a un chico de Liechtenstein de la academia que vino más tarde y los 5 nos fuimos a un bar, llevados por un japonés que conocimos en la calle. Dejó a sus compañeros y se vino con nosotros de copas. Gracioso. Como lo único que vendían que no fuera abusivo era cerveza y mi paladar poco entendía de sabores a esas alturas, me bebí la primera cerveza de mi vida. La segunda y la tercera también. Sigue sin gustarme, pero anoche no la detesté tanto...
Me encantó la experiencia!
Un saludo!
Carlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario