1er día en Keio

Ayer tuve la reunión que he estado esperando desde que llegué a Japón. La entrevista con el tutor acerca de la programación de mi proyecto duró 5 minutos. Y ya tengo trabajo para 4 meses. Nada más saber todo lo que tengo que hacer empecé a agobiarme. Me empiezan a parecer pocos los 4 meses... Pero bueno, supongo que si me ha propuesto este trabajo es porque verá factible hacerlo en este tiempo.

Veo peligrar mis incursiones en el Japón profundo, lejos de la superpoblada Tokyo. Así, que desde hoy mismo, antes de que empiece el cuatrimestre de primavera, me he pasado 8 horitas delante del ordenador en mi laboratorio. Aunque a estas horas habría que restar el tiempo que he tardado en comer, y el tiempo que he perdido en enviar algún que otro email. Pero bueno, el caso es que he estado ahí. Hace falta mucha fuerza de voluntad, después de tanto tiempo sin pegar un palo al agua.

He llegado a las 11 de la mañana, más o menos, acompañado de Luis. Que me ha encontrado por el camino. Y con todo mi entusiasmo por empezar cuanto antes he saludado a los dos chicos que estaban en el laboratorio (que también estuvieron en la fiesta de hace dos noches, pero en el trabajo esas cosas no se comentan, no en Japón). "Hoy es mi primer día". Y ellos me han contestado que no estaba preparado mi ordenador. Wow! Mi ordenador. Suena fuerte. Me ha costado un poco hacerles entender que me daba igual que estuviera en japonés, pero al final nos hemos aclarado. Total, hoy solo necesitaba conexión a Internet.

Me han explicado que hay que fichar cada día. No solo tendrán constancia visual de cuando estoy toda la gente que se pasa el día entero en el laboratorio, sino que constará en acta. Tanto control me descontrola...

A la hora de comer me han dicho si les acompañaba. Yo ya había comido hacía un rato antes de ir a la universidad. Pero hay que hace piña... La verdad es que me está pareciendo gente bastante maja. Quizás estaba tan advertido del trato que podría recibir, que un mínimo de atención al extranjero me están pareciendo una maravilla. Pero bueno, es solo el primer día... Por otro lado, la comida de la cafetería no está nada mal y está bastante bien de precio.

Cerca de las 7 de la tarde ya no aguantaba más. Algunas letras se repetían en las palabras y otras faltaban. Lo mejor que podía hacer era irme. Aunque los chicos que estaban al llegar aún seguían con sus cosas en el laboratorio. Creo que se dopan. Sinceramente. Uno de ellos tenía los ojos más abiertos que yo y probablemente por la mañana llevará alguna hora más al llegar yo.

Básicamente ese ha sido mi día. Un día encerrado en un laboratorio de Keio University. Y creo que habrá muchos como estos... En fin, es a lo que he venido.

Aunque me salga un poco más caro de lo previsto, creo que voy a aceptar todas las salidas de fin de semana que me proponga Luis. Que ya me comentó que estaba pensando en alguna para dentro de un mes.

Un saludo!

Carlos