lunes, 20 de abril de 2009

Mariana!

Empecemos con una viñeta del blog de un chileno, Alberto Montt, que me enseñó hace unos días Luis. Creo que es la explicación de muchas, muchísimas cosas...

Hoy en el laboratorio poco que contar, excepto dos cosas. La primera es que ha sido el cumpleaños de Maya. El profesor le ha traído un pastel y todos hemos cantado el "Cumpleaños feliz", en inglés. Me hubiera gustado escuchar la versión japonesa, pero bueno. Me ha hecho gracia que en lugar de tomar la foto de la chica soplando las velas, la han tomado después, mientras ella pegaba un mordisco directamente el la tarta. No sé, me ha parecido gracioso.


La segunda es que nos han dicho que el viernes tenemos partido de softball. Un torneo entre laboratorios. Mis nociones de este deporte son algo menos que básicas, igual que las de Steven, pero bueno, algo intentaremos. Nos han dicho que antes del partido nos darán unas lecciones básicas. Lo bueno es que esperan menos que nada de nosotros. Noté en sus caras la decepción marcada cuando nos inscribimos en las listas para jugar... Pero, ¿quien sabe? Quizás somos los jugadores revelación del torneo. No lo creo.

La tarde me la he pasado de tienda en tienda. Tenía pensado comprar algo parecido a incienso o velas aromáticas. Cuando cocina Job siempre se olvida de conectar el extractor de humos y deja un agradable olor a comida en cuarto, que es el que está más cerca de la cocina. Al final las he encontrado en una tienda de la estación. Pero no me he atrevido a comprarlas. No estaba puesto el precio en ninguno de los artículos... Y pasaba de pagar un pastón por dos velas de vainilla. Ya sé que estaba la posibilidad de preguntar el precio, pero me ha dado mucha pereza. Y como me habían dicho que las tiendas de la estación eran más caras que el resto, he preferido dar una vuelta por la zona de tiendas de fuera. Pero nada. Una vez hecha la compra para no morir de hambre me he propuesto un poco de riesgo al cuerpo. Y he ido a por las dichosas velas. 105 yenes. Acabo de darme que se trataba de una tienda de 100 yenes más tasas. Por eso no había precios...

Tenía pensado estudiar algo de japonés, pero he empezado a hablar con AB y se me ha pasado el tiempo. La verdad es que he acabado muy satisfecho de la conversación. Ella está realmente bien. Y yo realmente contento. Aunque le dicen que será imposible que sigamos siendo amigos. Pero bueno, dejemos que el tiempo hable.

Y por último la explicación del título. Resulta que los de mi laboratorio no me instalaron los drivers de audio en mi ordenador. Con lo que soy el único que no puede escuchar música. Cosa que hace que me aburra mucho más en mis lecturas diarias. Así que esta mañana he cogido mi PSP. Que más que mía parece que es de mi compañero de piso, vaya vicio lleva... Me pide hasta que le baje juegos. En fin, que he llenado la tarjeta de música que me gravó Joaquín antes de venir a Japón y me he puesto a escucharla en el laboratorio. Y de repente, con una de las canciones que ha salido en la lista me han entrado unas ganas casi irrefrenables de bailar. A la vez que me he acordado de Mariana. Una chica, la cual, estoy seguro que es de las personas que más me echa de menos en Barcelona... jejeje. Ella sabe por qué. ¿Y por qué me ha recordado a ella la canción? Muy sencillo, por lo simple que soy.



Un saludo!

Carlos

2 comentarios:

  1. HEIIII, hola!!

    Me he reido mucho con tu entrada,sobre todo de tu simpleza jejejeje.

    Creia que te habías puesto a bailar en el laboratorio mostrando tu caracter latino-mediterráneo.

    En efecto si que te hecho a faltar, por varias razones que comprenderás.

    Tengo curiosidad por saber que deporte es el softball.

    Espero que tu tambien estés bién y sabes que puedes contar conmigo.

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  2. Pues he estado a puntito de ponerme a bailar... jejeje.
    Muchas gracias!

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