Anoche quedé con Luis en ir a Shinjuku Park. A las 12 de la mañana, como habíamos quedado, me estaba llamando por teléfono desde la puerta de mi piso. ¿Y que hacía yo? Dormir. No lo entiendo. No recuerdo ni haber quitado la alarma del móvil, ni que sonara el despertador. El caso es que soy un caso. Ya es la segunda vez que me pasa algo así... Y no me gusta.
Le he dicho que se fuera. Que si eso ya me acercaba luego. Le he pedido mil disculpas. Y a la ducha. He despertado a Job para preguntarle si se venía de pícnic. El "NO" ha sido rotundo. La verdad es que las resacas de sake (podríamos llamarlas resakes...) son duras de llevar. El caso es que con las prisas que mi cuerpo me permitía llevar, he entrado a Shinjuku Park cerca de las 14:30. Pasadas. Una hora y media tarde. Digamos que la vuelta turística e involuntaria que he hecho entre la estación y el parque; y la pedazo de cola que había para entrar, me han ayudado a llegar tan tarde.
Además había que pagar para entrar... Poco, pero había. Eso sí, el parque está muy, pero que muy bien. Vale la pena.
Al llegar ya estaban recogiendo. Me han dado algo de comida que me habían guardado. Y aseguro que lo he agradecido con toda mi alma. Esta mañana casi no he desayunado. Hemos andado un poco por el parque. Algunas fotos por aquí y por allá. Y al poco rato, cuando ha llegado Mario, otro chico español, nos hemos ido a Yoyogi Park. Donde estaban todos los demás. Algunos de la residencia, algunos Vulcanus y más gente.
Al final he acabado con el grupo de Vulcanos en un bar gay de Shinjuku. No estaba mal el local. Lo mejor es que entre las 7 de la tarde y las 9, pagando 1000 yenes, bebes todo lo que quieras. Álex me ha explicado la historia del perro Hachiko en Shibuya. Y hemos cenado con Dani en un restaurante de ramen. A las 11 habían quedado con el resto para ir a una discoteca de por allí. Me he planteado la idea de ir con ellos. Pero siendo una fiesta aniversario, que estará más a reventar que de costumbre; que la música no me atrae especialmente; que estaba algo cansado; y que es una pasta que no me puedo permitir gastar a menudo. El hecho de que sea una de las 5 mejores discotecas del mundo hoy no me ha compensado. Seguramente otro día. Son unos chicos muy majos y divertidos.
El viaje de vuelta se me ha hecho eterno...
Un saludo.
Carlos
Le he dicho que se fuera. Que si eso ya me acercaba luego. Le he pedido mil disculpas. Y a la ducha. He despertado a Job para preguntarle si se venía de pícnic. El "NO" ha sido rotundo. La verdad es que las resacas de sake (podríamos llamarlas resakes...) son duras de llevar. El caso es que con las prisas que mi cuerpo me permitía llevar, he entrado a Shinjuku Park cerca de las 14:30. Pasadas. Una hora y media tarde. Digamos que la vuelta turística e involuntaria que he hecho entre la estación y el parque; y la pedazo de cola que había para entrar, me han ayudado a llegar tan tarde.
Además había que pagar para entrar... Poco, pero había. Eso sí, el parque está muy, pero que muy bien. Vale la pena.
Al llegar ya estaban recogiendo. Me han dado algo de comida que me habían guardado. Y aseguro que lo he agradecido con toda mi alma. Esta mañana casi no he desayunado. Hemos andado un poco por el parque. Algunas fotos por aquí y por allá. Y al poco rato, cuando ha llegado Mario, otro chico español, nos hemos ido a Yoyogi Park. Donde estaban todos los demás. Algunos de la residencia, algunos Vulcanus y más gente.
Al final he acabado con el grupo de Vulcanos en un bar gay de Shinjuku. No estaba mal el local. Lo mejor es que entre las 7 de la tarde y las 9, pagando 1000 yenes, bebes todo lo que quieras. Álex me ha explicado la historia del perro Hachiko en Shibuya. Y hemos cenado con Dani en un restaurante de ramen. A las 11 habían quedado con el resto para ir a una discoteca de por allí. Me he planteado la idea de ir con ellos. Pero siendo una fiesta aniversario, que estará más a reventar que de costumbre; que la música no me atrae especialmente; que estaba algo cansado; y que es una pasta que no me puedo permitir gastar a menudo. El hecho de que sea una de las 5 mejores discotecas del mundo hoy no me ha compensado. Seguramente otro día. Son unos chicos muy majos y divertidos.
El viaje de vuelta se me ha hecho eterno...
Un saludo.
Carlos
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