martes, 28 de abril de 2009

Trabubulandia

Puedo llegar al laboratorio a la hora que quiera. Puedo irme a la hora que me apetezca. No sé si es porque soy estudiante de investigación o porque soy extranjero, pero no tengo ningún horario impuesto. Creo que es por ambas razones. Y es algo muy peligroso. Hace falta una fuerza de voluntad que me estoy dando cuenta que no tengo... Y es que no comprendo como me cuesta tanto despertarme. Me da la sensación de que no aprovecho el día. Llego casi para comer y salgo completamente de noche (más tarde de las 7). Los días que no me canso antes. Porque hay días que a la 5ª o a la 6ª mi cabeza desconecta completamente y no soy capaz de concentrarme en mi trabajo. Así que para perder el tiempo calentando la silla del laboratorio, me voy.

Hoy he llegado a las 10:30 y he salido 9 horas después. Un día que parece ser mínimamente productivo, hay que aprovecharlo. Con 20 minutos para comer con los chicos del laboratorio. No tardamos más. Debe ser por eso que siempre hay sitio en el comedor. No como pasaba en la ETSEIB hace un par de años con el doble de mesas que aquí... No sé como estará ahora. Aunque claro, si me pongo a comparar los dos comedores sale ganando de bastante el de Yagami. Mejor la comida (mucho mejor) y más barata. Siempre hay lo mismo, pero muchísima variedad. Así que si repites es porque quieres.

Venden unos huevos a medio cocer. A mí me encantan. Y a menudo los meto en el bol de arroz. Algo escandaloso para los japoneses. A mí me lo permiten por no ser de aquí. Al principio pensaba que era por mezclar huevo con arroz, pero hoy me he dado cuenta que es por mezclar arroz con lo que sea. Siempre se lo comen completamente blanco. A lo mejor alguno echa el arroz en otro plato, pero nunca al revés (que yo haya visto...). El caso es que hoy le he puesto salsa de soja (me parece muy seco el arroz solo...). Y ha sido un no parar de preguntarme que si me gusta la salsa, que si por qué siempre mezclo y que no se qué. Ni mucho menos me molesta, sólo me sorprende. Hay como unas normas no escritas de comportamiento que todos cumplen, y si alguien se las salta se sorprenden. No es normal salirse de la fila...

Algo parecido me paso cuando me fui a cortar el pelo. La verdad es que me importaba poco como me quedase. Sabía que de todas formas sería un desastre, que no sería capaz de explicar lo que quería. Así que busqué un sitio barato. Finalmente fue un poco desastroso, pero no me quejo. Ahora sé lo que realmente significa corto para un japonés... Pues desde el día siguiente hasta pasada una semana el tema de conversación conmigo era mi pelo. Que dónde me lo había cortado, que por qué no había ido a una peluquería de moda, que si me gustaba el pelo tan corto... En fin. Les costaba entender que fuera a por lo económico. ¿Qué explicación le encuentro a esto? Creo que es por la cultura de lo fashion creada en Japón. Aparentar está a la orden del día. No importa lo que pienses, lo que creas. Lo más importante es lo que parezca que eres. Lo que aparentes. Pero no aparentar lo que tu quieras, aparentar lo que se supone que debes aparentar. No hacer lo supuesto o lo pensado socialmente se escapa de sus mentes. E ir a la moda está de moda. Válgase la redundancia. Y con esto quiero decir que aquí puedes ir todo lo estrafalario que quieras, puedes ser el más fashion del mundo, puedes llevar pantalones de lentejuelas rosas y un collar de cocos y nadie se va a girar a mirarte. Bueno, quizás con este ejemplo sí... Pero he visto chicas más que sorprendentes en el metro, con sus modelos kawaii y ser yo el único extrañado. Pero si por el contrario no llevas uno de esos peinados, a ver cual más extraño, eres raro. Como lo soy yo ahora. Creo que tendré que dejarme crecer el pelo unos meses.

No tiene mucho que ver, pero esta canción se la dedico a Antonio, un buen amigo... Sé que le gustará.





Y por último. Hace un par de días que la gente me habla de mi compañero de piso. Es cierto que me quedé bien a gusto el otro día hablando de él. Digamos que tuve un día un poco malo y descargué todas las cosas que tenía guardadas durante el mes de convivencia que llevamos juntos. Tiene sus cosas. Pero es más que soportable. Por mi parte, el único problema que tengo con él es que cada día ensucia un poco más que el anterior. Pero es algo que se solucionará. Con él me lo paso bastante bien la mayoría del tiempo. Nos entendemos. Y comprendo que tenga días malos. Es decir, que no estoy tan mal como pudiera parecer hace unos días. Os aseguro que me sorprenden bastante más las cosas de algunos japoneses que las de los holandeses.

Un saludo.

Carlos

1 comentario:

  1. Con esta frases que has dicho clavas a los japoneses. Creo que deberían enseñárselas a todos antes de venir a Japón.

    No importa lo que pienses, lo que creas. Lo más importante es lo que parezca que eres. Lo que aparentes. Pero no aparentar lo que tu quieras, aparentar lo que se supone que debes aparentar. No hacer lo supuesto o lo pensado socialmente se escapa de sus mentes.

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