martes, 10 de noviembre de 2009

Amata: la marca de Waan


Hoy he estado hablando con Waan y me ha dicho que por fin y definitivamente, la marca de moda en la que estaba pensando cuando nos conocimos, en la que tenía puesta tanta ilusión los últimos días que nos vimos en Tokyo y en la que tanto trabajó cuando fui a visitarla en Bangkok, está en marcha.

Ahora sigue trabajando en la página web de Amata, la cual deberá ser una tienda virtual. Y esto es lo mínimo que puedo hacer por ella. Publicar una entrada y un enlace en mi humilde blog.

Espero que le vaya muy bien!

Un saludo!

Carlos

Por Málaga y Nuria

Tras los primeros días de eacoplamiento a la cultura española, todo comenzaba a volver a la normalidad. Y la verdadera normalidad llegó al terminar los sucesos que explico en esta entrada. Pero todo a su tiempo...

Desde que llegué y como mi universidad en Barcelona me lo exigía, me dediqué a escribir mi memoria del proyecto que realicé en Japón. Y estuve liado hasta el final de octubre: fecha límite para entregarlo. Y no es porque me entretuviese demasiado, es que realmente había bastante que explicar. Al final, después de varios e-mails a Japón y trámites con la oficina de relaciones internacionales de Barcelona, puedo decir 100% seguro que:

¡YA SOY INGENIERO INDUSTRIAL!

La verdad es que no suena nada mal... A lo que podemos añadir que el profesor del proyecto decidió adjudicarme la calificación de excelente. Por lo que, finalmente, puedo concluir del todo mi periodo vivido en Japón. Del cual, por ahora, sólo quedarán recuerdos maravillosos (en general por la experiencia) y este blog para hacer constancia de ello. Hoy por hoy, aunque esté sin trabajo y nada mejor que hacer que buscar uno, me considero una persona feliz! Algo que debo agradecer a mucha gente, pero esto será para otra entrada... Ahora vayamos a mis andaduras por Cataluña en este último mes de octubre.


4 de octubre

Fui con Olmo a las finales del Red Bull Air Race en Barcelona. En la playa de Bogatell y gratis.

Me hacía ilusión ir, pero no gran ilusión. Si encontraba alguien con quien ir iría y la tarde anterior Olmo me llamó y por un pequeño malentendido, acabamos yendo. Conseguimos un sitio bastante bueno a la orilla de la playa, pero mi cámara no permite mejores fotos. Para nosotros, lo más interesante fueron las exhibiciones aéreas de los aviones de combate, de los paracaidistas y de aviadores varios. Lo que era la carrera en sí, a modo de clasificación, donde la emoción la ponía el comentarista gritando la incredibilidad de que un piloto hubiera recortado 1 segundo al anterior, lo más entretenido era ver cuando un piloto se llevaba un cono de aire por delante... Sé que con estos comentarios Luis estaría dispuesto a matarme... jejejeje. Pero antes de que corrieran las finales, después de la primera clasificatoria del día, con tanto sol sobre nosotros en un día tan caluroso, decidimos volver para casa. Nosotros ya habíamos tenido suficiente tras varias horas tostándonos en la playa.


7 de octubre - A Málaga

Dan me esperaba en Málaga y yo tenía un billete de ida y vuelta desde hacía algunos meses desde Girona por 20€. A estos 20€ hay que sumarles los 21€ del autobús de ida y vuelta de Barcelona (Estación del Norte) hasta el aeropuerto de Girona. Es cierto que no es nada apetecible duplicar el tiempo de un viaje por ahorrarse unos euros, pero debo reconocer que me alegro de que aquel día lo hiciera. Andar por los alrededores del Arco de Triunfo de Barcelona me despertó sensaciones dormidas o no descubiertas anteriormente.

Y es que cada vez que he tenido un rato para pasear por Barcelona sin tener demasiadas prisas, me voy dando cuenta de lo mucho que me gusta esta ciudad. Y cuanto más descubro fuera, más aprecio lo que tenemos aquí.

El día 7 llegué algo tarde a Málaga, así que si pretendía saludar a mi primo Javi y a su familia, donde iba a quedarme a dormir, debía dejar a Dan para el día siguiente. Así que fue entonces cuando nos reencontramos. En la catedral de Málaga a las 10 de la mañana.

El día anterior, Javi me comentó que teníamos a otro primo, Francisco, trabajando de guardia de seguridad en el museo Picasso. Así que nos acercamos a ver si aquel día le tocaba trabajar y estuvimos de suerte.

Francisco nos pasó al museo, donde dimos una vuelta intentando entender algo de lo que no teníamos ni idea. Al final sólo comentábamos cual nos gustaba y cual no. Tras el museo tocaba almorzar algo.

Cómo él tenía 3h de clase de castellano a las 12, nos despedimos hasta por la tarde. Donde durante la comida con otro de mis primos, David, los presenté. Cerca de la calle Larios, aquélla que me trae tantos recuerdos...

Por la tarde de ese jueves, Javi tenía prevista una especie de fiesta universitaria en el centro de Málaga. Cerca de donde vive Dan. Así que después de que me enseñase su piso en la plaza de la Merced, por cierto, un pisazo, y estar un rato hablando nos fuimos hacia la calle Comedias. Mi primo y sus amigos ya llevaban unas copas de más... Y como estaban en un lugar donde no conocían el término "ventilación", no tardamos mucho en ir a dar una vuelta por el centro. Teníamos demasiadas cosas para hablar como para encerrarnos en un local con la música a todo volumen. Y acabamos donde siempre acabábamos en Hiyoshi, en la segunda planta de un McDonald's. Y es que no necesitamos más que un lugar con un par de asientos y algo de comida como para estar 2 ó 3 horas perdiendo la noción del tiempo. Hablamos y descubrí algo diferente en él, no sabría concretar el qué. Ya lo comenté con Dan, pero no es sencillo de explicar.

Por la noche Dan se volvió a casa a descansar y mi primo Javi me convenció para irnos a la feria de Fuengirola. No estuvo mal, aunque irme con un grupo de desconocidos de una media de edad de unos 20 años que intentan ligar con otro de una media de 17 no ayuda mucho a que sea una gran noche. Y no es que sea demasiado mayor, pero noté la diferencia de edad...


9 de octubre - Villanueva de Tapia

Llegó el viernes por la tarde. Y nos fuimos para el pueblo Dan y yo, con David y Paloma, su novia.

A Dan se le ve en la foto anterior, al fondo, disfrutando de los paisajes formados por tapices de olivos. Aún con las mochilas, ya que íbamos a casa de una tía de mi padre a recoger las llaves de mi casa.

Advertí a Dan que aquella experiencia sería para él algo más que sorprendente. Puesto que esperaba que lo fuese también para mí. Ya que eran las fiestas del pueblo, la feria del ganado. Y esperábamos encontrar fauna ibérica en su máximo esplendor. Aunque al final, lo que más le descolocó, palabra que se queda pequeña para expresar sus sensaciones, no fueron los animales. Un pueblo de unos 2000 habitantes, donde todo el mundo se conoce, al menos de vista, encierra demasiadas sorpresas para alguien poco acostumbrado a la cultura española. Por mucho que haya recorrido medio mundo.

Por la noche había fiesta, pero Dan estaba bastante cansado. Igual que yo, aunque tenía demasiadas ganas de saludar a un par de amigos: Mario y Chemi. Así que decidí salir un rato. Y como siempre, Mario consiguió llevar la última copa hasta las 5 de la mañana...


10 de octubre - Archidona

Al día siguiente nos fuimos con David y Paloma a Archidona. Un pueblo - ciudad algo más grande que Villanueva de Tapia, donde encierra el núcleo social más importante de la comarca. Sin contar con Antequera. Dudaba entre varios lugares para llevar a Dan y me alegro de haber escogido Archidona. Un día perfecto, de sol, risas y sobretodo tapas.

Empezamos la ruta en mi casa, donde David nos recogió y fuimos hacia Salinas. Pueblo que aun estando en expansión, no sé si aún debería llamarse aldea. Hay un bar, sólo uno y famoso por las tapas. Ahí enseñamos a Dan el significado original de la tapa con un par de consumiciones. Dejamos Salinas para ir a buscar a Paloma a Archidona, de dónde es ella. Allí ya comimos en condiciones. Porra, calamares fritos, flamenquines, carne en salsa...

Aquí estamos Dan, David y yo. Y con la barriga llena, subimos a la virgen.

Unas vistas espectaculares desde las alturas. Y un café en la plaza Ochavada de la ciudad, considerada la primera maravilla de Málaga. Más tarde volvimos a Vª de Tapia.

Nos pasamos la tarde y la noche, antes de salir, hablando y hablando. Por la noche, más fiesta. En la siguiente foto estoy con mis dos primos: David y Javi.

Del domingo hay poco que contar, más que nos acercamos al pabellón donde vendían productos de la feria, para que Dan entendiese de ibéricos. Y por la noche, cena en la casa de mi primo Javi. Tras haber hablado mucho con Dan, quien me reconoció que esta experiencia estaba siendo algo impresionante para él. Según me dijo, nunca se había sentido tan desarmado ante una sociedad. Pero también puedo entenderle, que no es nada fácil. Yo entiendo que eran las fiestas del pueblo e incluso sabiéndolo, no deja de sorprenderme ver a un grupo de mujeres ataviadas con delantal, levantarse de una mesa en un bar y ponerse a cantar y bailar sevillanas de manera espontánea entre las mesas. Para él ya...


12 de octubre - Vuelta a Málaga

El abuelo de Javi por fin encontró un sombrero de la talla de la cabeza de mi primo. Casualmente la talla de Dan.

Era el último día de la feria y el peor escogido para visitar las carpas de los animales. Ya no había casi nada...

Por la tarde volvimos con Javi, su madre y hermano (otro primo: Juan Carlos) a Málaga. Ya era casi la hora de cenar, así que nos tomamos algo en un establecimiento tan típico como un restaurante turco.

Aquí zanjamos mi visita. Ya que al día siguiente, por la mañana, volvía para Barcelona. Así que comentamos los días pasados a modo de despedida. Me encantó pasar esos días con él. El tiempo que pasamos en Tokyo nos sirvió para conocer al Dan y al Carlos en Japón. Una semana juntos nos permitió conocernos más profundamente. A valorarnos y entendernos.

Y es que nuestros encuentros no acabarán ahí. Hace unos días Sylvain, quien está en París con el doctorado, y él me comunicaron que vendrán a visitarme el día 3 de diciembre. Ya queda menos de un mes y me hace cada vez más ilusión... Ya está la cuenta atrás en la barra lateral del blog.


17 de octubre - Cumpleaños de Laura

Poco que comentar del cumpleaños de mi hermana. A parte de que cada día es más tontita y madura por partes iguales. Paradójico, pero cierto....

Aun así le seguimos queriendo... :p

Un beso!


24 y 25 de octubre - Subida a Nuria


El plan era sencillo: ir cargados de comida y bebida para más de 10 personas y para un día completo en la montaña, subir al Valle de Nuria y acampar una noche.

Algunos subimos andando durante unas 3 horas y pico. Después de lo del Monte Fuji, esto no iba a ser nada... Otros utilizaron el tren cremallera, lo cuales metieron todo lo que podían en tren y más.

En la foto se ve a Úrbez custodiando nuestras provisiones en el tren. En la siguiente, sin contarme a mí, que estaba detrás de la cámara: los intrépidos que se atrevieron a subir. Antonio, Andrea, Abril, Mariana y AB.

Y por fin, la cima. Donde nos estaba esperando el resto cocinando y montando tiendas de campaña.


La noche no fue demasiado movidita. Y gracias. Si lo hubiera sido, hubiese significado que el viento consiguió llevarse las tiendas volando. Y varias veces lo temimos seriamente.

La bajada al día siguiente, bajando como cabras, aunque los carteles indicasen 3 horas, lo hicimos en 1. Sudando como auténticos cerdos...

Aquel día acabamos cocinando macarrones a la orilla de un río y comiéndonoslos, junto con otros restos de comida del día anterior.


31 de octubre - Halloween

En lugar hacer una fiesta en una discoteca o en casa de alguien como en años anteriores, decidimos irnos a la montaña a contar historias de miedo, beber y estorbar a la gente que fornicaba en los coches por los alrededores. Lo típico que se hace en la montaña.

Aquí vemos a Anna, Álex y a mi con el espectro de Antonio de fondo... Terrorífico, ¿verdad?



Octubre no estuvo mal, aunque me pasase los días entre semana delante de mi portátil escribiendo la memoria del proyecto. En cuanto a las siguientes entradas, ya hay algunas cosas de noviembre por contar, como el cumpleaños de Álex, los partidos de los jueves y los sábados, que hemos vuelto AB y yo, entre tantas cosas... Y ya están surgiendo planes nuevos para el resto de noviembre y del año en general, como el partido del Barça-Madrid, la visita de Dan y Sylvain, o la cena de fin de año... Espero seguir con ánimos para seguir explicando algunas cositas que vayas ocurriendo. Y de manera menos concentrada... jejeje

Un saludo!

Carlos

martes, 29 de septiembre de 2009

Los primeros días tras la vuelta

Antes de volver de Japón me pidierón que no dejase de escribir en el blog. Y pregunté que por qué iba a hacerlo... Ahora lo entiendo. Se hace bastante complicado buscar tiempo cuando no paras de tener planes y cosas prioritarias antes que escribir por aquí. Pero bueno, se hará lo que se pueda. Así que aquí va pequeño resumen de los días pasados en Barcelona.

Después de mi fiesta de bienvenida, al día siguiente, tocaba la fiesta de bienvenida de AB y Mariana. Que llegaban de Cuba.

Sin comentarios...

Y los días siguientes fueron días de recuperar todas las noches que me había perdido en Castelldefels... De cenas con los amigos. De avanzar con la memoria del proyecto. Y de poco más.

Además de las barbacoas varias...

Un día me acerqué con AB a Barcelona y debo reconocer que, después de más de medio año sin visitarla y estando todo este tiempo oyendo hablar tan bien de la capital catalana, estaba un poco nervioso. Salimos directamente en la Plaza de Cataluña y la foto apunta hacia las ramblas. Era el día 24 de octubre, la Mercè. Fiesta mayor de Barcelona.

De las mejores cosas que me traigo de Japón es la costumbre de hacer deporte. Y es que si no tengo mi ración casi diaria me encuentro raro. Y la verdad es que me lo estoy montando bastante bien. Los lunes juego a frontenis con mi padre, con Rafa y con Toni. Ya colgaré alguna foto... Los martes he cogido por costumbre irme con la bice un ratito. Los jueves juego un partido de fútbol sala con mi padre y unos amigos de un vecino. Más tarde otro con mis amigos. Los viernes, si la clase de prueba de esta semana me convence, daré clases de salsa. Y los fines de semana, cada 1 o cada 2, un partidillo mixto.

Y después, barbacoa en mi casa. Que era el cumpleaños de mi padre.

Iba a ir a Alemania la semana pasada, pero por motivos varios, principalmente económicos, decidí quedarme en casa... Tenía ganas de ir, pero no estaba especialmente ilusionado. Debiendo elegir, me quedo con el viaje a Málaga de la semana que viene, donde Dan estará esperando. Hoy he recibido un e-mail suyo diciendo que ya está en Madrid y que mañana sale para Málaga. Estos días sí que no me los pierdo.

Y por último, una foto de Gavá desde la montaña. Hoy tocaba vueltecilla en bici...

Quien lea esto pensará que me voy a poner en forma... pues se equivoca. Tanto tiempo en casa, intentando poner en orden el proyecto y acabarlo de una vez, con la nevera tan accesible, más me vale que me tome en serio lo de hacer algo de ejercicio... Así que nadie se preocupe!

Ya iré contando algunas cosas más. Y si me acuerdo y no les importa, mañana haré una foto a Anna y Lara, las dos chicas de mi universidad con las que he quedado mañana y que la primavera que viene marchan para Hiyoshi. Para que quien está por allí, las vaya conociendo.

Un saludo!

Carlos

viernes, 4 de septiembre de 2009

Tailandia

Con un poco de retraso, pero llega! La explicación de mi semanita por Tailandia antes de volver de Japón.

Llegué el día 21 por la noche. Tarde, muy tarde. Waan vino a buscarme al aeropuerto y me llevó a su apartamento, donde iba a vivir. Solo. Ella seguiría en su casa con su familia. Nos quedamos un rato en la calle tomando algo con Tea, un amigo de Waan. De las cosas que estuvimos hablando fue que podría hacer al día siguiente, ya que mi amiga estaba bastante ocupada y no podría hacerse cargo de mí... Y así que siguiendo sus indicaciones el sábado por la mañana visité la zona central de Bangkok, Siam. Donde me volví loco comprando camisetas...

La idea era comer ese día con Waan, pero se durmió y todas las cosas que debía hacer se le retrasaron, así que seguí haciendo turismo por mi cuenta. Como era sábado, me aconsejó que me acercara al mercado de fin de semana en Chatuchack. Un lugar que realmente recomiendo visitar.

Un lugar un poco apartado de la zona turística, al final de las líneas Skytrain (BTS), yo me bajé en la estación N8, Mo Chit. Me encantó por grande y sorprendente. Había de todo, bien de precio y un lugar con un encanto especial.

Al final Waan apareció en el mercado. Me obligaba cada 2 x 3 a probar comida que vendían por la calle. Que si tienes que probar esto, que si tienes que probar lo otro... Debo reconocer que iba con miedo a Tailandia por la reputación que tiene la comida en cuanto a lo que picante se refiere. Hay cosas picantes, muy picantes y que se me hacía bastante difícil de comer, pero hay otras muchas cosas que están buenísimas. Descubrí unas salsas que no había probado nunca con fondos dulces... mmmmm... cada vez me iba enamorando un poquito más de ese país.

Cuidado con la cartera... Un cartel visto dentro de una de las calles del mercado. Curioso.

Después de deambular un poco más por los cientos de calles que había en el mercado volvimos a separarnos, para encontrarnos a eso de las 10 de la noche e ir de fiesta con sus amigos.

Llegué en taxi a Ekkamai, donde Waan estaba esperándome. Con todos sus amigos. Por lo que se ve ya llevaban un rato allí. Alguna de sus amigas iba demasiado contenta para haberse bebido un solo cubata...

Esta chica es Namtan, aunque la llamaban Sugar, que es, por lo visto, la traducción de su nombre. Es una de las mejores amigas de Waan y la chica que más me hizo compañía toda la noche. Y se lo agradezco, porque Waan estuvo bastante más por su otro amigo Tea. Que tampoco la culpo...

Sugar fue una gran compañía. Es divertido bailar con gente de culturas diferentes. Nos movemos de maneras diferentes al escuchar la música. Aunque siendo franco, el que bailaba raro aquella noche fui yo... Fuimos a un local tailandés, apartado de todo lo turístico y donde posiblemente yo era el único extranjero.

La fiesta consistía en llegar pronto (no fue mi caso) y coger una mesa, pero donde se estaba alrededor de pie. Y constantemente el camarero iba trayendo a la mesa botellas de wisky, hielo y refrescos. Normal que alguno acabase como acabó... En el escenario actuaba un grupo de música tailandés en directo tocando pop tailandés, combinado con música internacional pinchada por un dj. Me gustó muchísimo el ambiente.

Al final acabamos Waan, Sugar, Tea y yo desayunando comida tailandesa, picante en parte, en un restaurante típico tailandés. Sin decoración y barato. No recuerdo demasiado los sabores de esa comida. Aunque creo que Tea menos aún. Le llevamos a su casa, estaba muerto. Y vaya casa... Una vez en su casa y por no dar muchas más vueltas, Waan y yo nos quedamos a dormir en casa de Sugar. Pero a la mañana siguiente descubrí que era el plan, porque Waan dejó su coche aparcado allí la tarde anterior.

Sugar me dijo: "ésta es la camiseta más grande que tengo". Preta, preta... Y les hizo un montón de gracia como me quedaba, así que Waan cogió mi móvil, para hacer una foto y Sugar posó. Ninguno de los chicos a los que le he ensañado esta foto ha hecho alusión a la camiseta...

Al día siguiente llegó Lena. Dejó todas sus cosas en el apartamento y partimos hacia la estación de autobuses.

A las 8pm salía el autobús nocturno hacia Krabi. Antes cenamos en la estación por menos de 1€. Afortunadamente no había demasiada gente en el autobús, con lo que pudimos separarnos y ocupar 4 asientos. Igualmente no dormí apenas.

8am en Krabi del lunes 24 de agosto. Acoso de varias personas intentando convencernos para que fuésemos a sus agencias turísticas. Al final fuimos a la única que no nos saltó encima.

Contratamos una noche de hotel y dos excursiones. "4 Islands" para ese día, que como en principio no era de las excursiones recomendadas y en ese momento no hacía muy buen tiempo, pensamos que sería mejor idea dejar "Phi Phi Islands" para el martes, el plato fuerte de la zona.

El día mejoró y cortos viajes entre islas nos permitió disfrutar de playas casi desiertas, de arena blanca y aguas transparentes. Sólo éramos la gente de nuestra lancha. Nos encantó esa excursión.

En un momento del día el barco paró y comenzamos a hacer snorkeling. Es interesante bucear entre peces, corales y rocas.

Y en los grandes momentos siempre aparece Coca-Cola. Llamándola como se quiera.

Y de camino a "Poda Island", donde íbamos a comer, costeamos la "Chicken Island". Y la verdad es que sí que parece un pollo.

Pues eso, a comer en Poda con los monos. Pero evitando que me robasen la comida intenté alejarme lo máximo posible de la isla.

Este mono intentó llevarse mi mochila entera...

Cambio de isla y la última del día. Tras el cansancio de la noche en autobús, ya había ganas de descansar.

¿Relieve?

Llegamos al hostal, dejamos los bártulos, ducha y a por nuestro primer masaje tailandés. Esperaba que fuese más doloroso... Creí que fue por que no era de los buenos. El último día descubrí que no lo era.

Al día siguiente "Phi Phi". Decepción.

Es un lugar muy bonito. Pero por el hecho de ser tan famoso hace que esté plagado de turistas. Nosotros dos entre ellos...

Que si la playas donde Leonardo Di Caprio grabó "La playa", que si un peñón precioso, que si no sé qué. Siempre abarrotado. Y es que se encuentra, esta zona, entre Krabi y Phuket. Y es la excursión obligatoria para todos turistas de ambos lugares...

Y sumando que la mayor parte del día la pasamos viajando en barco, parando y diciendo los guías: "tomen una foto aquí", indicando lo que supuestamente era bonito, se hizo bastante pesado. A veces nos paraban para hacer fotos a los monos.

Por la noche comimos en un un parque lleno de chiringuitos de comida. Yo cené pato por 80 céntimos de euros, Lena por 50. Increíble.

Esa noche pensábamos volver a Bangkok, pero decidimos quedarnos otra noche en el hostal y contratar otra excursión para el día siguiente. A montar en elefante, aunque esa excursión iba acompañada de paseo en kayak.

El kayak era algo que no nos llamaba en absoluto, pero fue genial. Un par de horas, o quizás 3... Entre canales, rocas inmensas y monos. Todo calmado, relajado, pero cuando nos faltaban unos 10 ó 15 minutos para llegar a la costa comenzó repentinamente a diluviar. No sé Lena, pero yo lo pasé muy mal. Las olas que aparecieron hacían balancear el kayak más de la cuenta. El guía se cayó al agua. Y en lugar de seguir remando contra el viento sujerí meternos en una pequeña cala entre las rocas que había en la orilla opuesta a donde debíamos parar.

Empapados y extasiados conseguimos llegar a tierra. Al poco rato para de llover, igual que empezó. En 5 segundos. Y volvimos al punto de salida. Ahora lo miro con una sonrisa, pero pasé bastante miedo, porque alguna vez estuvimos a punto de volcar. Pero bueno, no pasó nada. Otra experiencia para los nietos.

Comida en la llegada y de nuevo a la furgoneta para terminar la excursión. Por fin nos metíamos en la selva para montarnos en elefantes.

Poco que contar...

Les dimos de comer piña y de vuelta al hostal.

Ducha y para el aeropuerto. Debíamos llegar a la misma hora que la amiga de Lena al aeropuerto de Bangkok.

Cenamos con ella, tomamos algo y nos fuimos a dormir, que al día siguiente tocaba visitar la zona amarilla de Bangkok. La zona más turística, la de los templos.

Empezamos en Saphan Thaksin. Donde cogimos el barco-taxi hasta el primer y último templo. Era inmenso y tuvimos suficiente.

Y aún teníamos cosas por ver. Comimos en Khao San Road y pasamos allí parte de la tarde. Otro lugar que estaba bastante bien. Compramos, tomamos algo y rechazamos cientos de ofertas para hacernos trajes. Al final contratamos un Tuk-Tuk para que nos llevase desde Khao San hasta Siam por 100 baths. Unos dos euros. Como hablamos con el hombre en un semáforo donde estaba a punto de ponerse en verde nos propuso un precio para no jugar al regateo.

De Siam a Ekkamai en tren. Y de allí un taxi hasta "Health Land". Un spa donde nos dieron un masaje tailandés de 2 horas por 450 baths. Un un masaje más que bueno. Me dio pena haber ido a ese lugar mi último día...

Ésta era nuestra habitación de masajes.

Cenamos por allí y volvimos al apartamento.

No había demasiados ánimos... Pero estuvimos haciendo un poco de tiempo hasta que llegase Waan. Que después de estar Lena 5 días en Tailandia, aún no había la había visto.

Y por último, el auténtico Red Bull. Por lo que me contó Waan se trata de una marca originaria de Tailandia. Y de hecho, tiene un ingrediente que en baja concentración es legal allí. Pero no en ningún lugar más. En Europa, por ejemplo, sustituyen la sustancia con unas vitaminas que intentan emular los efectos. Lo probé y la diferencia era, a parte de que la botella de cristal, que tenía un sabor algo más dulce. Sí, más dulce. Y no está pensado para mantenerte despierto, sino para estar más alerta, para despertar tus sentidos y alterarte un poco. Y es cierto que no me quitó demasiado el sueño...

En resumen: Tailandia me encantó y me gustaría volver a ir. Todavía no conozco el norte. Es un gran problema el idioma, pero es otro de sus encantos.

Un saludo!

Carlos