lunes, 27 de julio de 2009

Fiesta de despedida #2

Podría colgar muchas otras fotos de la fiesta de despedida del laboratorio. Pero creo que la que mejor resumen la noche es la última que me encontré en mi cámara al día siguiente, antes de ir a jugar un torneo en Shibuya. Se trata de la puerta del último piso, de la segunda escalera de mi residencia. Igual que la mía, pero en un edificio distinto... Sabía que algún día, el hecho de que la residencia sean 4 edificios iguales me daría algún tipo de problema.

El resto del día se puede explicar con esta serie de fotos:

Al principio, partidillo con la gente del laboratorio.

Primera fiesta en la universidad. Pensaba que era mi fiesta de despedida, pero al final resultó ser que no... Sólo para los alemanes.

Segunda fiesta en Hiyoshi. Restaurante de estilo japonés.

Tercera fiesta, también en Hiyoshi y también de estilo japonés. A la cuarta ya no asistí... aunque los japoneses del laboratorio, algunos de ellos, si que aguantaron la última.

Un saludo!

Carlos (el niño aburrido)

sábado, 25 de julio de 2009

Donde caben 4, caben 5, no?



Hace unos días Lena me envió un email informándome de que un amigo suyo iba a venir a Japón a visitarle. Hasta ahí todo normal… Ahora el resto. Resulta que llega a Tokyo el mismo día que los tres españolitos. Y por lo visto, hasta que viaje a Kumamoto pasará unos días en la capital. Pero aquí no conoce a nadie. Y el resto es suponible. Al principio todo me pareció un poco desconcertante, por el hecho de que venga justo en los mismos días que los otros (sólo los 4 ó 5 primeros), pero tras pensarlo un poco creo que es lo mejor. Por lo menos será lo más económico, ya que el turismo en Tokyo no es nada barato y hacerlo todo de una tacada ahorra tiempo y dinero.
Después de varios emails con el chico, Kai, ya está todo acordado. Por lo prácticamente nada que sé de él, parece alguien majo. Llega el martes y me llamará para que nos encontremos en Shinjuku, donde éstos tienen el hotel. Me preguntó que donde podría encontrar un sitio barato para esos días. Pero con 3 días de antelación y con agosto entrando, ya no sólo el término barato pierde sentido, sino que el de lleno lo gana. Por eso le propuse que se quedara en mi piso. Y esto es lo que hará. Tendré un compañero de piso durante unos días, aunque creo que esta vez las cosas irán mucho mejor.
Ya iré contando la evolución de los hechos…
Por lo pronto, hoy es la segunda fiesta de despedida. La del laboratorio. Empieza con un partido de futbol entre los chicos, seguida de una cena en la universidad y lo que surja después, que tampoco han sabido explicármelo muy bien mis compañeros.





Y por ultimo y no por ello menos importante: quiero felicitar a AB y su compañero Marc, quienes han pasado las pruebas de acceso a segundo ciclo de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Barcelona (ETSEIB). Felicidades! (Y no sabéis lo que os espera…)
Un saludo!
Carlos

jueves, 23 de julio de 2009

Sandías y sillones

Había oído hablar de las sandías cúbicas, pero hasta ayer no me encontré con ninguna. O no me había dado cuenta... No tengo muy claro por qué ésta estaba dentro de una caja transparente. Bueno, no tengo ni idea. Al lado de éste y fuera de ninguna caja, había una piramidal.

Por lo visto, la forma cuadrada se las sandías tiene una explicación lógica, no solamente que esto sea Japón y se pretenda conseguir cosas diferentes al resto del mundo. Cosas que sólo se encuentren aquí. La explicación es la facilidad que supone algo cúbico para ser almacenado. Pero no sólo para el transporte de gran cantidad de sandías empacadas en una caja, sino también, para que sea más sencillo guardarla en la nevera. Creo que es un gran avance...

Dando una vuelta por el centro comercial de la estación de Hiyoshi, Tokyu Store, a parte de conocer a mi primera sandía cuadrada, tuve mi primera experiencia vibratoria en público. Siempre que pasaba por alguno de estos sitios me sorprendía el hecho de que todos o la gran mayoría de los sillones vibradores de muestra estuviesen siempre ocupados. Siempre con japoneses, a cualquier hora del día, echando una siesta. Al principio me parecía algo con bastante morro. No creo que tanta gente esté interesada en comprar uno de estos sillones y menos con el precio que tienen... Pero es que por lo visto está permitido usarlo durante periodos de unos 15 minutos. Aunque lo utilizamos cuando estaban casi cerrando, no me pareció una mala opción durante las compras. Un pequeño descanso. Siempre y cuando se encuentre uno libre, que no es nada fácil.

Un saludo!

Carlos

martes, 21 de julio de 2009

Pensando en Tailandia

Hace unos días me llamó Lena. Finalmente se viene a Tailandia conmigo. Llegará dos días después y se marchará dos más tarde que yo. Cuestión de las ofertas aéreas desde Kyushu, donde vive. Pero ya va bien, me alegra que se venga. No me hubiera importado hacer algo de turismo por mi cuenta, pero siempre es más divertido hacerlo en compañía.

Ahora sólo falta saber si Mario se anima a hacer lo mismo. Por el vuelo de vuelta a España, sólo podría estar conmigo un par o 3 de días de su estancia en el sur-este asiático, mis primeros. Pero para mí sería estupendo.

Por el momento, a falta de decidir que haremos en Tailandia, dejo un pequeño vídeo que he encontrado por Internet. Quizás ayude a decidir que hacer...



Un saludo!

Carlos

lunes, 20 de julio de 2009

Fiesta de despedida #1

Ayer era la fiesta de despedida en Hiyoshi International House, nuestra residencia. Pero nada previsto hasta las 7. Hora de inicio. Sylvain me comentó que planeaba ir al día siguiente a Tokyo a comprar algo y me pareció una gran idea. Aunque a primera hora no tenía ninguna gana de hacer nada, a la hora de la comida, cuando me llamó, ya estaba un poco más despejado. Así que fuimos a Shibuya y tras un paseíto, a Harajuku. Ya había estado alguna vez y la verdad que es un sitio que vale la pena visitar en Tokyo. Visitar. Si la intención es comprar, nunca ir un domingo es una buena idea... Si hubiera escupido hacia arriba, existía un 0% de posibilidades de que tocara el suelo. No sé si es un comentario muy adecuado... Pero seguro que se entiende bien.

Tras no encontrar lo que Sylvain andaba buscando, luchamos contra la marea de gente, compramos algo en un combini y nos marchamos al parque de Yoyogi. Las veces que había estado anteriormente mostraban un panorama algo distinto al de ayer. Mucho más tranquilo.

Nos pusimos a hacer algunos malabarismos. Bueno, Sylvain se puso a... yo sólo lo intentaba.

Tras pasar un rato en el parque, volvimos a Shibuya. Donde Sylvain quería buscar algunas cosas más. Entramos en "Bingo", una tienda de segunda mano. Estas tiendas en Japón son lugares donde vale la pena acercarse. Realmente se puede encontrar cosas interesantes bien de precio. No es el caso de las gafas, porque no eran nada baratas. Pero bueno, aunque hubieran estado bien de precio y nos hubieran permitido ir a la última moda tokyota, tampoco creo que las hubiéramos comprado... Creo que no es nuestro estilo.

Lo mismo sucedía con los baberos...

Al salir de la tienda nos encontramos con un puñado de gente tomando fotos hacia arriba. ¿Qué sucedía que causaba tanta expectación en medio de la calle? El arco iris! Me sumé al grupo...

Al final se nos hizo un poco tarde. Pero tampoco fuimos los últimos en llegar a la fiesta. Como de costumbre, tuvo lugar en el "Lounge B". Mucha gente comiendo y bebiendo. Y al llegar te hacen escribir tu nombre en una lista y si marcas la casilla de que te marchas te ponen una banda. Todas distintas. Donde todos escribían cosas a todos. No estaba mal, pero yo soy muy malo con las dedicatorias, por eso no escribí a más de dos personas. A los únicos que quizás tenía algo que escribirles... Y uno de ellos es uno con quien sólo habré coincidido en un par o tres de ocasiones.

En mi banda ponía que sería el próximo presidente de mi empresa, para la próxima temporada. Quizás no ande demasiado desencaminado... A Tim le ponía que no le dieran de comer, pero con el tono de "no alimentar a los animales" en un zoo.

Con Yusuke estuve hablando un rato sobre Tailandia. Hace un tiempo estuvo y me habló muy bien del país. También me dijo que tiene ganas de volver a España. Estuvo hace unas semanas y coincidió con Marta en Madrid. Me gustaría que me visitase en Barcelona.

Al final de la fiesta, la foto de grupo. Mi cámara no da para mucho, así que no sale gente que falta por la derecha, pero bueno, es lo que hay...

Después de estar un rato en la puerta del Lounge B nos fuimos para el parque de Hiyoshi.

No tengo fotos de los alemanes, que no se pierden ninguna de las fiestas, pero en ese momento estaban en el banco de al lado. Anoche éramos unos cuantos en el parque...

No estuvo mal la fiesta. A ver como van las siguientes. Porque de igual modo que tuve un mes de fiestas de bienvenidas entre residencia, universidad, laboratorio y demás... Ahora toca un mes de despedidas.

Un saludo!

Carlos

Unos vienen, otros se van

Hoy es fiesta en Japón. Lunes. Día del mar sería la traducción, según me han dicho. Y después de unos días de ocupación tengo algo de tiempo para dedicar a la escritura. O diciéndolo de otra manera, días en los que cualquier plan es mejor que quedarse en la habitación sufriendo estos preciosos días de calor.

Aunque el jueves se me olvidase que en el laboratorio era la fiesta de bienvenida a la nueva estudiante filipina, no importó. A Kai, quien se encargaba de organizarlo, también se olvidó. Es el chico de la gorra en la foto. Así, que la trasladaron al día siguiente, viernes. Y como los viernes es el día de la reunión semanal con todo el laboratorio, no había manera de faltar. Aunque al final se cancelase...

La fiesta consistía en una comida todos juntos en la planta superior del edificio principal del campus de Yagami. Era la primera vez que subía hasta esa planta, y la verdad es que, aunque las vistas no son gran cosa, siempre gusta mirar desde las alturas.

La comida: pizza y sushi. Y después de comer y hablar un poco, lo de todas las fiestas de bienvenida. Uno por uno se presenta. Dice su nombre completo y como quiere que le llamen. Además, una breve explicación de lo que hacen en el laboratorio. Se notaba que el profesor no vino. Por algún motivo llegó tarde, tan tarde que en lugar a las 9 para la reunión, llegó a las 3 de la tarde. Es caso es que es increíble el cambio de actitud que muestran los chicos dependiendo de si el profesor está presente o no. Por ejemplo, alguno, a la hora de explicar lo que hacía en el laboratorio, sin ningún problema explicaba que su tarea se centraba en leer cómics o hacer papiroflexia. Otros daban nombres falsos... Eran bastante graciosos, todo hay que decirlo. Pero de ningún modo hubieran sido capaces de hacer una pequeña broma con el profesor en la fiesta.

Y tras conocernos todos, la foto de grupo. Por cierto, la nueva estudiante es Juli. En primera fila, segunda por la derecha.

Kosuke tuvo algún problema a la hora de beber...


Por la tarde teníamos partido de fútbol. Pero a diferencia de todas las veces, como el campo de Yagami está en obra, nos fuimos al lado del río Tamagawa. No fuimos todos los que éramos las últimas veces, rondando los 30. Esta vez sólo la mitad, pero más que suficientes para pasar un buen rato.

Robert. El austriaco es el primero en dejar Japón esta temporada. Un tipo peculiar, que siempre está contento. Y a la vez, alegra el ambiente. No he pasado mucho tiempo con él, pero el suficiente como para alegrarme de haberle conocido. Posiblemente no vuelva a verle nunca más, pero estás cosas pasan. Llegas a un lugar nuevo y conoces a mucha gente. Por necesidad de sentirte dentro de la sociedad, conoces, te relacionas y convives con gente. Se pueden establecer lazos más o menos fuertes, pero siempre hay algo que hace sentirte un poco cerca de esas personas. Y aunque no sean amigos de toda la vida y aunque no vayas a echarles de menos, los recordarás para siempre. Y quizás es por eso, saber que alguien se aleja, muy posiblemente de manera definitiva, hace que te entristezcas de algún modo. Es una sensación curiosa.

Y más ahora, viviendo mi estancia en Japón como mis últimos días. Pensando cada vez más en mi regreso a mi casa. Con mi gente. Me da pena alejarme de todos estos individuos. Porque el sábado por la mañana se fue Robert, pero uno a uno se irán marchando todos, hasta que me vaya yo. Sin contar a Luis y a Marta, a quienes les queda otro año más por aquí. Y quienes sentirán las despedidas de manera muy diferente a como las siento yo.

Vuelvo al partido... Y antes de que se me olvide, recuerdo que la temperatura fue casi perfecta. No hacía tanto calor como de costumbre y las nubes hacían que el sol no fuera un problema.

Duncan, el chico que siempre después de jugar a fútbol nos propone ir a comer ramen al restaurante de unos amigos suyos. Me gusta mucho ese sitio, pero sólo si voy con él. Nos ponen ración extra de nori, carne y un huevo. Lo mismo que si voy con Mario, Dan o Sylvain a Musashiia. Por eso nunca he ido a comer ramen sólo desde que estoy aquí en Hiyoshi... jejeje. Ya no me vale la pena.

De nuevo, foto de grupo cuando Robert se despidió.

Steven y Tim. Como Duncan se marchó un poco antes que nosotros, acabamos cenando en Musashiia. Ramen después de fútbol. Está comenzando a convertirse en una tradición.

Dan y yo. Y por supuesto, después de cenar, la tradición dice que debemos acabar en McDonald's comiendo un helado.

Por la noche nos despedimos por última vez de Robert en el parque.

Al día siguiente, sábado, estaba previsto ir a la playa. Y como suele pasar, si lo planeas con más de una semana de antelación, ese día hará mal tiempo. No llovió, no hizo viento, pero tampoco hizo sol. Fue el motivo por el que de más de 20 personas que se suponía seríamos, no fuimos más de 10.



No hay mucho más que contar de la playa. Ni del sábado en general. A parte de las luchas de sumo y la cena en Hiyoshi. Comimos en un restaurante que no había estado nunca. Saliendo de la estación, por la primera calle de la izquierda, por el McDonald's. Katsu kare (carne de cerdo rebozada con salsa de curry y arroz) tamaño grande. Muy bueno, bien de precio y enorme! Sufrí para acabarlo...

Un saludo!

Carlos

jueves, 16 de julio de 2009

Vaya uniformes...

Este señor es uno de los trabajadores de las obras de al lado de nuestra residencia. He salido con Mario hacia la oficina de correos, que me iba a ayudar a enviar un paquete a Mai. Y nos íbamos quejando del calor que hace una vez terminada la temporada de lluvias. Cuando hemos visto que todos los obreros iban con un atuendo... ¿Poco veraniego? Y me pregunto: ¿no les podrían dar unos uniformes, al menos, con mangas cortas?

Un saludo!

Carlos

miércoles, 15 de julio de 2009

Tailandia!

Ya está todo casi listo. Con el profesor de acuerdo con presentar mi proyecto unos días antes me he puesto a comprar el vuelo. Comprado. Ahora toca empezar a informarse de todo lo que puedo hacer allí entre el 21 de agosto por la noche hasta el 28 por la mañana. Con 6 días tengo tiempo para montarme en algún elefante, ver varios templos, disfrutar de algún auténtico masaje tailandés y, ¿por qué no? Visitar Camboya. El templo de Angkor sólo esta a 260 km de Bangkok... Todo se verá.

Aunque tenga el viaje preparado para marchar, aún hay posibilidades de que alguien me acompañe. Lena y Mario selo están pensando. Me gustaría ir acompañado, aunque Waan ya esté allí.

Un saludo!

Carlos

martes, 14 de julio de 2009

Bang-Bang

Ya tengo un vuelo para Alemania para visitar a Mai. No estoy seguro de si ella estará disponible para el 22 de septiembre, pero el precio era una ganga. Y si ella no puede, tal vez Eva pueda. Una amiga que hice hace unos 5 ó 6 años. Y en el peor de los casos, perderé unos 20 y tantos euros.

Cenando pizza con Sylvain y Dan el domingo creo que se me olvidó que había quedado con Waan el día siguiente. Me llamó a las 5 de la tarde del lunes para concretar lugar. Menos mal que dejamos lo del lugar para el último momento... A las 7:00pm en Shibuya, Hachiko.

Estuvimos dando una vuelta por Shibuya hasta encontrar algún lugar que nos satisficiera. A mí me daba igual, sólo necesitaba aire acondicionado. Sudaba con andar y si le sumaba el comer podría ser un suplicio. Acabamos en, seguramente, uno de los más caros. Es lo que ocurre cuando en la puerta no ponen los precios...

El lugar estaba muy, pero que muy bien. Comida japonesa de gran calidad. Y poca luz. Lo justo para ver la comida. El único problema era que se trataba de un restaurante estilo japonés. Pero de los que se está de rodillas. Pero bueno, no se hizo complicado.

Después de la cena le propuse ir a bailar un rato. Le pareció una idea muy buena. El problema era que teníamos que desplazarnos a Ginza. Pero al final valió la pena. La llevé a "Las Risas". El bar de salsa donde trabaja Masa. Y Masa no estaba anoche... Pero estaba Ai y el resto de gente. Que aunque no es siempre la misma, te tratan todos genial.

Esta es Waan bailando con el jefe del local. Era su primera vez en un bar de salsa y según me dijo, se lo pasó en grande. Me comentó que alguna vez ha ido a alguno de samba. Por lo visto tiene bastantes amigos brasileños.

He aquí a mi amigo Joaquín cercano a su jubilación... jejejeje.

Ahora lo interesante.

Estuve comentándole que fui a visitar a Lena en Kumamoto. Y me empezó a convencer para que la fuese a visitar a su casa. Ella dejará Tokyo a finales de este mes para pasar todo agosto con sus padres. Y teniendo en cuenta que no tenía muy claro que hacer los últimos días en Japón, me pareció una buena idea. Es más, a finales de agosto, no quedará casi ninguno de mis más allegados en la residencia.

Entonces me dio un argumento bastante bueno: los vuelos a su ciudad no son tan caros como pueda parecer. Ella me habló de 5.000 yenes. Pero eso debe ser en temporada baja y comprándolos con 3 años de antelación. En pleno agosto, lo más bajo que he encontrado ronda los 35.000 yenes ida y vuelta (unos 200 y pico largos de euros). Por el viaje a Kumamoto pagué casi 30.000 yenes. Con lo que en comparación no está nada mal.

He estado haciendo cuentas y no tendría porque salir mucho más caro que quedándome en Tokyo. El alojamiento no tendría que pagarlo, ya que me quedaría en su casa. Los precios están mucho más bajos que en la capital nipona. Y mi idea en un principio era hacer turismo por los alrededores de Tokyo, algo, de por sí, nada barato. Con lo que salir de aquí, dependiendo del precio del vuelo, podría no salir tan caro.

He hablado con mi madre y me ha sorprendido positivamente que comprenda que estar en Japón no es algo que se haga habitualmente. Y que si el proyecto lo tengo terminado para entonces (que ya lo está, sólo tengo que escribir la tesis, que no es poco...), aprovechar para hacer un último viajecito por los alrededores de esta parte del planeta es del todo aceptable. Siempre y cuando vuelva con las pilas cargadas. Y volveré.

Sólo tengo que aclarar con el profesor que no hay ningún problema con que presente el proyecto una semana antes de lo previsto. Que no creo que haya ningún problema. Pero por si acaso, nunca se sabe si mañana tendrá un buen o un mal día. Así que si todo va bien, mañana por la mañana compraré el vuelo.

Por cierto, creo que ya lo había dicho antes en alguna entrada, pero por si acaso: Waan es tailandesa... jejejeje.

Bangkok me espera!!

Un saludo!

Carlos

domingo, 12 de julio de 2009

Pau Gasol

No qué decir... Me hizo gracia ver a un japonés en Hiyoshi con esta camiseta.

Un saludo!

Carlos

Fauna

Es curiosa la reacción de reflexión que provoca el acto de dormir en el estado anímico. Por lo menos a mí me pasa. Y me explico. Imaginemos una escala de valores entre sentirse totalmente animado, alegre o contento y sentirse profundamente triste, desanimado o depresivo. Situemos el cero justo en medio, un estado de indiferencia anímica. Pues resulta que encontrándonos donde nos encontremos dentro de la escala antes de dormir, al despertarnos apareceremos en el mismo punto, pero la lado opuesto del cero. Y es por eso que cuando me acuesto desanimado, como hace un par de noches, me alivia saber que a la mañana siguiente todo será de otro color. A así fue... Y por el contrario, cuando voy a dormir feliz de la vida, como anoche, a la mañana siguiente quiero morirme. Y así ha sido (cosas de la resaca...).

Esto no es más que un razonamiento propio tras experimentar estas sensaciones muchas veces a lo largo de mi vida. Detrás no hay ninguna base científica...

Ayer, después de que Yusuke hiciera la inspección de mi piso (me hizo gracia que fuese él...), llamé a Luis:
-Hola, ¿ocupado?
-No.
-¿Hacemos algo esta tarde?
-Vale. ¿Alguna idea?
-No.
-¿Te llevo al zoo?
-Vale.

Más o menos esa fue la conversación. Y un rato más tarde íbamos camino al zoológico de Hiyoshi. Luis estuvo hace poco, pero no le importaba volver.

De camino vimos a unos chicos jugando en el río. No es un lugar precioso, pero a ellos ya les sirve para refrescarse mínimamente en estos días.

El zoo está situado a cierta altura con respecto a los alrededores. Es pequeño, gratis y está bastante bien cuidado. Era sábado por la tarde, así que en el parque que hay justo al lado había varias familias con niños pequeños pasando la tarde. No es un mal lugar para llevar a los críos.

Como Luis ya ha explicado bastante cosas en su blog, no pondré más que las fotos de tres especies animales que él no tiene...

El zoológico tiene hasta un pequeño templo. Vamos, que no le falta de nada. Quizás un combini...

Tras la visita a la fauna no-japonesa, volvimos a casa. Haciendo parada en un par de tiendas, pero nada que remarcar. Excepto que en una tienda de segunda mano encontramos una jarra de las olimpiadas del '92 y un bastón con luces, para alumbrar el camino.

No es nada espectacular, pero me llamó la atención.

La noche llegó y unos cuantos acabamos en el piso de Nick, como algunas veces anteriores. No hay mucho que explicar...

Para terminar: "Échame a mí la culpa", por "Guaraná". Quizás, la versión que más me gusta del tema y a la vez, de mis favoritas del grupo.



Un saludo!

Carlos