domingo, 17 de mayo de 2009

Entre Hiyoshi y Shibuya

Por fin llegaba el viernes. Tras la monotonía de toda la semana esperamos con ganas la llegada de la víspera del fin de semana en mi laboratorio. Exceptuando algún día, suelen ser bastante interesantes. No tenía ningún plan especial, pero acabó siendo un viernes bastante interesante. Fue interesante como se fueron enlazando los acontecimientos.

Al ser viernes, a las nueve en la universidad, había reunión de laboratorio, donde algún exponen lo que están trabajando. Acabó antes de lo normal. A las 10 ya estábamos en el laboratorio de nuevo. Pero antes de eso, nos hicimos la foto de grupo. Nos podían haber avisado... Al menos me hubiera afeitado e intentado no ir con la cara de sueño. Era curioso como nadie quería ponerse en primera fila. así que medio nos obligaron a Steven y a mí a ponernos delante.

Como llegamos tan pronto y algunos tenían algún que otro plan, nos fuimos a comer a las 11 y poco. Y a la 1 ya estábamos Nakatoshi y Sawa de camino al gimnasio. Nakatoshi es el que está sentado a mi lado y Sawa el que está dos filas detrás de mí con camiseta lila.

A las 4 empezaba el partidillo de fútbol. Así que poco hice de mi proyecto... Pero bueno, no me preocupa, los últimos han sido bastante productivos.

Ese fue el primer día que coincidimos Steven y yo en el campo de fútbol. Siempre que iba uno, el otro no podía. También la primera vez que coincidí con Mario, que llegó una hora más tarde. Es curioso como está organizado el "Club" de fútbol. Realmente no es un club. Dan, un chico americano, abrió un grupo en Facebook llamado "Yagami Soccer" en el que cada lunes y jueves envía un correo a todos los que estén unidos al grupo avisando a que hora comienza el partido los martes y viernes. No pide ni dinero, ni solicita asistencia. Quien quiera ir, es bienvenido. Cuando quiera. Se sabe que desde la hora de comienzo suele durar 2 horas, así que cada uno va y viene cuando le apetece. Ese es el motivo por el que comenzamos a jugar 4 contra 4 y acabamos teniendo que utilizar suplentes, porque no cabíamos en el campo. Al final, los que empezamos, estuvimos jugando más de 3 horas y media. Entre el gimnasio, el fútbol y las heridas-llagas-rozaduras en los pies de las nuevas botas de fútbol, aún sufro las consecuencias...

Al terminar Mario me preguntó si tenía planes. Y como no los tenía fui con él y Dan a un pub cerca de la estación. Después de una merecida ducha. Era una fiesta de despedida a un chico que se volvía a Estados Unidos, aunque me dijo que no hacía falta que le conociera, que podía ir de cualquier modo. No me gusta ir demasiado a donde no me invitan, pero según se mire, Mario y Dan me invitaron. La verdad es que estuvo muy bien. Conocí a mucha gente interesante. Un ambiente amigable. Y muy abiertos. Me gusta que nada llegar y ver que soy nuevo te den conversación, pero no porque haya que hacerlo, se veía que lo hacen con gusto.

El de antes es Dan jugando con un caramelo. Y el de abajo es Mario hablando con Mai. Ya casi al irnos del "Hub".

Al rato de llegar apareció Sylvain. Un chico de Toulouse que habla castellano. Lo conocí por primera vez en el partido que jugué un domingo con los de la residencia. La verdad es que es un chico muy majo. Como Dan se fue algo antes que nosotros, Mario, Sylvain y yo nos fuimos a cenar cuando la fiesta se acabó. Al volver a la residencia, después de que el francés se fuera a dormir, Mario y yo nos quedamos un rato en el parque de al lado. Pero mientras íbamos nos encontramos con Eric. Quien nos comentó que al día siguiente tocaba con su grupo en Hiyoshi. Mario no podía ir, pero a mi la verdad que me apetecía verle tocar el violín. Muy agradecido me dijo que le encantaría que fuese. Al poco apareció Job con Sam y Yosuke, que se iban a beber algo. Como Mario me informó de la existencia al día siguiente de otra fiesta, preferí no gastar más ese día... Al final nos dieron casi las 2 en el parque. A nosotros las 2, a Dan algo menos, que apareció por allí algo después de que llegásemos a los columpios. Me lo paso bastante bien con estos chicos. Pero más que eso, es que me siento a gusto.

Al día siguiente. A medio día. Fui con Mario a desayunar, que se ofreció a acompañarme a donde tocaba Eric antes de irse a Shibuya. Yo no lo sabía. Luego resulta que el edificio era el mismo que el del gimnasio. Y suerte que llegamos pronto. Adelantaron la actuación de Eric. Suerte porque nos hubiéramos perdido los 20 minutos que tocó y suerte porque si hubiera sido a la hora prevista, Mario hubiera tenido que perdérselo. Gravé algún vídeo, pero la mala calidad de sonido de la cámara hace que pierda mucho la actuación. Eric es el de rojo con violín.



Como no tenía nada interesante que hacer hasta la noche y había visto conectado en el messenger a Shiba con la frase de "en el lab" y de Hiyoshi a Yagami hay 5 minutos, decidí acercarme un rato al laboratorio. Sólo estaba Sakiko. Y suerte. Por lo visto Shiba se había olvidado desconectarse y llevaba un día entero en messenger. No estuve demasiado, lo necesario para hacer cosas bastante provechosas en mi proyecto y estar un rato hablando con Sakiko. Ella y Shiba tienen que ir a San Diego a dar una conferencia de los que están estudiando el próximo agosto. Y la chica está que se tira de los pelos. Cuando me hablaba del tema notaba los nervios que tiene. Después de hacerle perder un poco el tiempo volví a casa. Me puse a limpiar (lo que hace no tener demasiado que hacer...). Llamé a dan para saber cuando iba a la fiesta y a las 7 estaba donde habíamos quedado. Al lado del parque.

Resulta que era una fiesta de cumpleaños de uno de los chicos franceses de la residencia, Florian. Yo no lo conocía, ni había recibido la invitación para la fiesta. Pero Mario me repitió mil y una veces que no importaba. Y la verdad es que no importaba. De los 40 que éramos en total, solo unos 20 recibieron la invitación y éramos unos pocos los que no lo conocíamos. Ahora ya si que sabemos quien es. No puedo decir mucho de él, porque sólo tengo una primera impresión y desde que estoy en Japón tiendo a fallar con ellas.

La fiesta era en una sala de un karaoke en Shibuya. Una de las salas grandes. Los pasillos no eran el tipo de pasillo que uno asocia a un karaoke. Pero al entrar en la sala impresionaba. Manteles rojos, sillones color blanco roto, tres pantallas gigantes y planas, espejos, altavoces profesionales, surtidor de cerveza y todo listo para empezar.

Eran 3 horas de bebida gratis (por un precio estipulado podías beber todo lo que quisieras... sólo el agua es gratis). E iban trayendo algo de comida. Me equivoqué al sentarme con los alemanes en la mesa... Éramos 5: Steven, Tim, Ben, Günter y yo. Bueno, Günter (si se escribe así) es austriaco, pero de la parte alemana. La comida se acababa antes que en las mesas de 8. Y siempre estábamos esperando más comida. Jejeje Parecíamos unos muertos de hambre.

Para nosotros no era suficiente comida y quizás por eso algunos acabaron algo mal. Alguno peor que mal... jajajaja. Es lo que ocurre cuando no te importa que no haya mucha comida. Que bebes como loco y sin censura.

Aunque tuve la ocasión de cantar algo, la verdad es que no estaba suficientemente animado como para cantar. Así que me limité a escuchar, que no es poco... si lo hicieron los alemanes. Luftballon.

Creo que fue uno de los momentos álgidos de la cena. La gente cantando en alemán. O intentándolo, que no es fácil.

La cena no estuve nada mal. Quizás un poco caro para lo que hubo. Pero claro, Steven y yo no podíamos evitar comparar la cena de anoche con la que tuvimos hace unos días con los chicos del laboratorio. Que seguramente es de lo mejor que se puede conseguir y el cumpleaños salía un poco perjudicado en la comparación. Pero me lo pasé muy bien.

Al final la gente cantó el "We are the champions", quizás presagiando lo que ocurriría unas horas después...



Tenía ganas de salir por Shibuya anoche, pero ni Mario, ni Dan, ni los alemanes se quedaban. Así que prefería volver con ellos a Hiyoshi. No es que tenga nada en contra de los que se quedaron de fiesta, si es que se quedaron. Pero no tengo tanta confianza.

Aunque llegando a Hiyoshi me llamó Sylvain. Que estaba en Shibuya, que me fuera con él. Ya me podía haber avisado algo antes... Estaba cansado, pero tenía ganas de ir. Así que corrí hasta el piso a por mi cartera, que me la había olvidado (Steven pagó por mí los 3500 yenes de la cena) y corrí de nuevo a la estación para coger el último tren a Shibuya. Tras preguntar a varias personas como llegar al "Atom" y que uno acabase acompañándome a la puerta, me encontré con Sylvain y sus amigos de la residencia de Shimoda. Antes una chica me ofreció con cara juguetona y voz sensual un "massaji". Fui a preguntarle por la discoteca pero ella se me adelantó. Aquí no son tan directas como en las inmediaciones de mi universidad en Barcelona donde dicen: "20 francés, 30 completo". Aquí te sugieren un masaje, que posteriormente se convierte en lo que surja. Me han explicado no pueden ofrecer sexo explícitamente. Ofrecen otros servicios, como haciendo ver que si algo surge es porque la chica ha querido y así no puede considerarse prostitución. Los alemanes me contaron que la noche anterior, una chica les ofreció algo así, pero añadiéndoles que podrían hacer fotos. Jejeje. Me hace gracia. Igual que la que encontré anoche era la que se encontraron los alemanes. En medio de Shibuya, sin ninguna pinta distinta al resto de chicas de la calle, quizás incluso más tapadita que las demás. Pero según tengo entendido, es a lo único a lo que puede aspirar un extranjero en Japón. Los gorilas de los locales "especializados en masajes" no permiten la entrada a no-japoneses. Todo esto es a modo de información... Si alguien busca un paraíso sexual para pasar unas vacaciones, no es Japón. A no ser que se tenga mucho dinero. Entonces cualquier país servirá.

La discoteca no estuvo mal del todo. Tampoco estuvo muy bien. La verdad es que para las molestias que me tomé para llegar, podría haber sido algo mejor. Una discoteca de 3 plantas, cada una con un ambiente diferente. Como discoteca está bastante bien. Aunque por lo visto, según me dijo Sylvain, cada noche es diferente. Van cambiando los estilos de música según el día y el la planta. En fin, cerca de las 4 y cuarto nos fuimos a desayunar. Y a las 5 cogimos el primer tren hacia Hiyoshi.

Después de pasar todo el domingo durmiendo. Y comer. Me he sentado después de 3 días a escribir. 3 días en una entrada...

Un saludo!

Carlos

2 comentarios:

  1. Que caña la foto del laboratorio, como es que os la hicieron??? Les dio por ahí simplemente?

    Me ha hehco mucha gracia el rollo que parecen llevar en el video en el grupo de Eric... da la impresión de ser como un pique entre el guitarra y él y me ha parecido super-curioso xD

    De la fiesta no digo naaaa xD Si es que siempre acabais en unas fiestacas que pa qué!!!

    Del Atom... tengo que decir que la primera vez que fui en 2006 pillamos un día raro o algo así pero no me gustó nada de nada! Pero este año en Agosto fuimos 3 días a una fiestas que había una de blogs de ameba creo que era, que justo iban unas modelos que tenían blogs en ese sitio otra como de un pre-desfile y otra de unos modelos de una revista ^¬^ y la verdad es que las 3 veces la música fue por el estilo y bastante animadillo. No salí tan descontenta como la vez anterior.

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  2. Por lo visto se hacen esta foto de grupo una o dos veces al año. La utilizan para la página web del laboratorio. Donde se puede ver todos los integrantes del grupo y que está estudiando cada uno.

    Supongo que los sitios a donde vayas en Tokyo depende del día. Depende de si hay alguna fista especial, o de con quien te rodeas. Y bueno, depende sobretodo de lo receptivo que uno se encuentre a la hora de pasárselo bien.

    Un saludo!

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