viernes, 8 de mayo de 2009

Cuenta atrás: Kumamoto

Tras llegar a la universidad poco después de las 11:30, irnos a comer (el día que más pronto hemos ido...) y terminar de preparar las encuestas: he comprado los billetes de ida y vuelta a Kumamoto.

Resulta extraño, pero si planeas los viajes por Japón con algo de antelación a lugares que no estén excesivamente cercanos, puede salir más barato viajar en avión que en autobús. Ésta fue mi primera opción, parecía que sería mucho mas económico. Lo que mejor encontré fue pagar unos 13000 yenes (actualmente casi 100 euros) de Tokyo a Kumamoto, pasando por Hiroshima y Fukuoka (que está bastante cerca de Kumamoto). Tardando al menos 2 noches de viaje. La idea no me desagradaba del todo, puesto que podría escoger un punto intermedio del camino y pasar un día haciendo turismo. Pero me obligaba a hacer algo parecido a la vuelta. O pasar 13 o 14 horas de viaje pagando algo más. Me daba miedo mirar las tarifas de los aviones... Si el autobús ya comenzaba a salir del presupuesto, el avión sería desproporcionado. Pues no, resulta que si reservas los vuelos con 1 mes de antelación (28 días para ser exactos), puedes encontrar ofertas bastante suculentas. Al final, contando lo que pague entre Hiyoshi y el aeropuerto de Haneda y entre el aeropuerto de Kumamoto y el piso de Lena, la ida me valdrá unos 100 euros. La vuelta un poco más cara. Unos 120. Por una hora y media de vuelo, sin contar traslados a aeropuertos. La verdad es que me sigue pareciendo caro, pero viajar por Japón no es nada barato. Así que ya aprovecharé y pasaré 5 días en Kumamoto. Y sin tener que pagar alojamiento, ya que Lena me ha dicho que me quede esos días en su piso.

El resto del día en el laboratorio ha sido lo habitual para ser viernes. Lo de la semana pasada pues únicamente un espejismo, causado por la llegada de Golden Week y el intento de los chicos de no dejar tareas pendientes para los días siguientes.

Tras volver del gimnasio a las 2:30 (otra muestra de que los viernes no se hace nada...) con Sawa, Nakatoshi e Isshy, han visto que estaba hablando con mi tía por Messenger. Les ha parecido raro... ¿Piensan que es una cosa de japoneses? Jajaja... No sé. Shiba me ha dicho que todos tenían dirección hotmail, así que le he pedido la dirección a Shota. Que era quien en ese momento estaba a mi lado leyendo lo que ponía a mi tía. Es gracioso oírles leer risas españolas con pronunciación "yayayaya". Una vez agregado a mi lista de contactos hemos estado un rato haciendo el payaso. Ha empezado a agregar a gente a nuestra conversación y al final había unos 8 japoneses hablando conmigo por el Messenger. Haciendo cuentas, en ese momento sólo éramos 6, más Steven en el laboratorio... Los otros 3 estaban conectados desde la otra sala perteneciente al laboratorio. Ninguno faltaba en la conversación... Al final Shota ha empezado a decir, no sé muy bien qué, cosas a Satome. Sin ninguna mala intención, pero para el resto era una fiesta. El problema era que lo hacía desde mi ordenador. Como si fuera yo. La verdad es que como me lo estaba pasando en grande, dejaba que me guiara. Sé que le ha puesto alguna barbaridad que me la traducían de una manera algo más suave, pero supongo que ella comprenderá que no tengo ni idea de escribir en japonés y que todo era en broma. Shota me ha asegurado que no se enfadaría. Y creo que no lo ha hecho.

Y tengo que hacer mención especial al susto que le he dado a Shota. Casi se cae de la silla. Literalmente. Estaba a mi lado esperando la contestación de Satome, igual que Kama-Chan, éste a mi otro lado. Tenía la cara bastante cerca de la mía, con la mirada clavada en la pantalla de mi portátil. De estas veces que notas que lo más mínimo le haría saltar de la silla. E intentado controlar mis impulsos de asustarle y al principio lo he conseguido. Pero la espera ha sido tan larga que he decidido que debía hacerlo... Un movimiento de acercamiento muy rápido acompañado de un grito potente mientras abres los brazos como para cogerle hace gritar y botar a Shota. Comprobado. Ha sido increíble la cara de miedo que ha puesto. Jajajaja. Justo en ese instante el chaval lo ha pasado realmente mal. La silla se ha tambaleado, en 0,2 segundos estaba a metro y medio de mí cubriéndose la cara y he notado sus ganas de pegarme. Por la rabia contenida. Me he partido a la vez que le pedía disculpas. No es el chico que suele recibir bromas, más bien es al contrario. Es de los malotes. Pero bueno, él, igual que todos en el laboratorio, se ha reído a carcajadas pasados 2 segundos. Ha sido muy gracioso...

Hoy, mientras escribía me acompañaba la música de Antonio Carmona.



Un saludo!

Carlos

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