domingo, 3 de mayo de 2009

Con Lena en Ueno


Tras dormir 4 horas y media he marchado hacia la estación de Okachimachi, donde había quedado con Lena. Tenía la intención de visitar Odaiba, pero Lena prefería quedarse cerca de Ueno, cerca del hospital. Así que no se hable más, a Ueno. Como he llegado cerca de la 1:00pm nos hemos puesto a buscar algún sitio para comer. Tras varias vueltas hemos terminado en un restaurando de Udon. Realmente bueno. En una de las calles que va a parar a la calle-mercado Ameyayokocho. Una de las razones por las que es famoso Ueno.

Impresionante la cantidad de gente que había por las calles. Parecía el metro en hora punta. Ha habido un momento que incluso avanzaba sin andar de lo que la muchedumbre embestía. Se nota que empieza la Golden Week y Japón se convierte en un éxodo masivo a los lugares turísticos dentro y fuera de sus fronteras. Aunque esta vez, con lo de la gripe porcina, parece que prefieren quedarse en su país. Lena me ha dicho que su padre y su tía encontraron billetes muy bien de precio para venir desde Alemania de un día para otro por la cantidad de cancelaciones que se están produciendo. Y bueno, otra razón de por qué hay tanta gente es que es domingo. Y eso a veces ya es suficiente.

Preferimos cruzar pronto el mercado para llegar al parque de Ueno y darnos una vuelta. Está muy cambiado desde la vez que estuve hace un par de meses. Entonces los árboles estaban pelados, pero aun así, el parque preservaba su encanto. Posteriormente los árboles iban cogiendo tonos rosáceos hasta convertirse en un paseo completamente rosa en época de sakura. Que hace unas semanas acabó. Y ahora, con los tonos verdes, parece otro parque, igualmente bonito.

De las cosas que nos faltaban por hacer en el parque de la otra vez que vinimos era montarnos en los botes del lago. Nos daba bastante miedo acercarnos por la cantidad de gente que pudiera haber. Sorprendentemente no había casi nadie haciendo cola. Creo que fue casualidad y mucha suerte, porque cuando salimos la cola (tripe: bote simple, cisne y coche) medía varios metros. Nosotros alquilamos uno simple. Era más barato. 300 yenes 1 hora. Teníamos miedo de que se nos hiciera demasiado largo, pero siempre podíamos salir antes.

No se nos ha hecho largo. Nos han sobrado 2 minutos de la hora alquilada. Ha sido divertido. entre conversación y conversación: colisión. Es gracioso la cantidad de domingueros sin idea de llevar un bote a remos que se pueden juntar en un lago de domingueros. Entre ellos me incluyo hoy...

Tras el lago, una vuelta por los puestos de comida y libros del parque. Lo único que nos ha apetecido: un par de crepes. No estaban tan buenos como el que me comí ayer con Waan, pero los hemos disfrutado.

Al poco rato nos hemos despedido. Quizás en un par de días, antes de que vuelva a Kumamoto, nos acerquemos a Odaiba. Ya le he mostrado que no está demasiado lejos. Y le parece bien. Tengo ganas de ver la estatua de la Libertad japonesa.

Como para las 5 ya estaba en el piso, me ha dado tiempo de sobras para prepararme para el partido de fútbol que organizaban los de la residencia. Ha estado bien. Lo mejor es que no he tenido ningún problema con el tobillo. No está igual que el otro, pero responde casi igual.

Este es el resultado de algunos tras 2 horas de juego. Hoy sólo éramos japoneses, chinos, franceses y yo. Quizás por eso me han dicho que era bueno... jajajaja. Después del partido algunos se han ido a cenar. Yo estaba realmente reventado, así que me he vuelto a la residencia.

Un saludo!

Carlos

1 comentario:

  1. Odaiba merece la pena. Darse una vuelta por ahí, subir al edificio de FujiTV, ir al museo de la ciencia Miraikan, ver los aviones despegar desde Haneda. Me encanta Odaiba.

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