
Curiosamente, en Japón, se celebra en mayo y no en octubre como su nombre indica.
Oktoberfest. Tal vez es porque intentan asegurar buen tiempo para festival, o quizás porque no hay ninguna fiesta por estas fechas... No lo sé.

Se trata de un festival en el que básicamente se va a beber cerveza. Aunque con unos precios algo abusivos. Así que la táctica que tomamos la mayoría de los jóvenes fue parecida. Ir a un
conbini y comprar cerveza japonesa y beberla con el resto de la gente en el parque de
Hibiya. Yo llegué con
Sylvain y Dan a eso de las 4. Junto con algunos chicos que nos encontramos en la estación de la residencia de
Shimoda. Los tres nos fuimos del parque a los 3 minutos en busca de algún sitio para comer algo. Las salchichas alemanas se salían un poco de presupuesto. Así que acabamos en un "
Fresh Burguer". Al poco de volver al parque nos encontramos con los alemanes
Tim,
Steven y
Benjamin; y el austriaco,
Robert. Iba con su atuendo para la ocasión. Un chico muy previsor, porque se lo trajo desde Austria.



El festival no ocupa una gran extensión de terreno, por lo que fue muy fácil encontrar a Job y sus dos amigas y a
Francesco, quizás en único italiano en Japón... Está un poco frustrado porque aún no ha conocido a ninguno desde que está aquí. Le dije si le apetecía venirse a saludar a los alemanes que estaba al lado en una mesa y al final acabamos pasando la tarde con ellos. Nada más llegar, ellos y sus compañeros japoneses, nos hicieron hueco y nos ofrecieron bebida. No supimos decir que no... Y luego no supimos irnos de allí. Por lo menos yo me lo estaba pasando bastante bien.




Cada cierto tiempo venía alguno de ellos de un
conbini, de alguna tienda o del
McDonalds con bebida y comida. La verdad es que me acabé encontrado mal por no pagar absolutamente nada. en teoría me hubiera tocado ir a comprar algo, pero ya se nos hizo de noche y me fui. Pensando que a mí no me hubiera sentado mal que alguno no pagase, no fue un gran trauma. La próxima vez empiezo pagando yo y listos. No hay problema.
Sylvain me propuso un plan en
Hiyoshi y Mario otro en
Shibuya. Me apetecía quedarme con Mario, pero la otra opción parecía más barata y después de lo que me gasté la semana anterior, preferí tomármelo con calma. Así que para
Hiyoshi, donde en el campus tocaban unos chicos de
Keio. Amigos y conocidos. Al final la gente se repartió para la cena.
Sylvain y yo nos apuntamos a opción más barata: la terraza de
Nek. terraza con habitación, donde vive a cambio de limpiar el
karaoke de las plantas inferiores, que actualmente está apagado o fuera de servicio.

Éstos son
Zach y
Nick. Al principio éramos 8. Al final entre unos que se fueros y otros que vinieron, unos 17. No lo tengo muy claro.


Introdujimos a la mayoría en el famoso y barato mundo de
calimocho. Al principio lo miraban con recelo. Al final eran ellos los que fueron a comprar más vino y cola. Tal vez el próximo día les muestre el elitista mundo de la sangría...

De repente cayó un chaparrón de 7 minutos. Así que nos metimos como pudimos en la habitación de
Nick hasta que aflojó. Donde descubrimos el sillón
masajeador que tiene. Los que los probamos nos quedamos maravillados. Él dice que ya estaba allí cuando llegó. Y yo ahora entiendo porqué siempre que voy a un centro comercial donde tienen de estos sillones de muestra hay siempre japoneses durmiendo en varios de ellos.





Fue divertido. Mucha gente maja y muy buen rollo. Cerca del amanecer la terraza empezó a vaciarse de gente.
Sylvain se quedó algo más que llegó y hoy me ha contado que los que quedaron empezaron a quedarse dormidos. Vamos, que no me perdí mucho.
Un saludo!
Carlos
Pues yo conozco a un par de italianos más en Japón, son del grupo de los Vulcanus.
ResponderEliminarAh! Pues es verdad! Pero la verdad es que no andan mucho por Hiyoshi...
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