martes, 2 de junio de 2009

El mosquito

Esta fotografía es de Mario. Un mosquito que cazó hace unos días y al final lo dejó libre. Espero que no le importe que se la coja... Y espero que se sienta un poco culpable por haberlo liberado.

Hace un par de noches, Yusuke me pregunto que si el incienso que usaba servía contra los mosquitos. No supe que contestarle. El motivo de usar incienso era matar el olor a comida... Pero informándome un poco, parece que es cierto, el incienso se trata de un remedio natural anti-mosquitos.

Ayer dejé la ventana abierta, apartando de igual modo la hoja mosquitera. Pero al final se me hizo algo tarde y fui directo a la cama. Normalmente enciendo una barra de incienso con la ventana abierta y la mosquitera cerrada. Pero no ayer. Estaba cansado y no me gusta encenderlo justo para acostarme. Tenía miedo de que hubiera entrado algún mosquito en la habitación, pero no le di demasiadas vueltas. ¿Un mosquito puede fastidiar demasiado? Creí que no. La cuestión es que me metí en la cama y volví a experimentar, quizás, una de las situaciones más molestas que se puedan vivir. El zumbido de un mosquito en el oído. Y es sorprendente. Por lo menos a mí me lo parece. No creo que sea un animal que se caracterice por el habitual uso que hace de sus patas. Quiero decir: suele volar para ir de aquí para allá. ¿Cómo llega, de repente, hasta la oreja sin oírlo llegar?

Luis ya me avisó que el año pasado tuvo ciertos problemas con este simpático animal. Hasta que se compró un aparato anti-mosquitos. Ya le dije que tal vez exageraba un poco...

Al principio pensé: "ya se cansará". Me cansé yo antes. Así que me puse a pegar manotazos al aire rozando mi oreja. Pensando: ya le daré. Así pasé un rato de intermitencia con mis ventadas en la oscuridad. Series de manotazos seguidos de silencio, pensamientos de victoria y nuevos zumbidos. Creo que nunca había sido tan molesto un mosquito para mí. La solución que encontré hace un par de meses en la misma situación fue taparme hasta la nariz y que me picase lo que quisiera. Estaba demasiado cansado para batallar. Esta vez eso era impensable. Creo que hubiera acabado fundiéndome dentro de las sábanas. A medida que mi nivel de enfado iba incrementando, iba notando picor y picaduras por todo el cuerpo. Me estaba volviendo loco. No paraba de rascarme y cuando me di cuenta de que así no podía seguir, cambié la táctica. Esto iba a ser un cara a cara, en las mismas condiciones. Me levanté, encendí la luz y utilicé todos mis sentidos (la vista tardó un poco, hasta que se acostumbró a la iluminación...). Acabé con él. Estaba pululando por mi cama, cerca de la almohada. Una vez muerto, todo me seguía picando. Puse una crema hidratante que tengo en todas las marcas rojas que tenía. Probablemente algunas me las hubiera creado con mi trastorno transitorio. La crema no creo que sirviera para nada, pero era lo primero que encontré que quizás me aliviase el picor. Volví a la cama. 5 minutos después me despertó otro zumbido. ¿Cómo podía ser? Si había más de uno, ¿por qué no atacan en equipo? En ese momento se me pasó por la cabeza que quizás no era demasiado tarde para acercarme al piso de Luis en busca de la solución a mi problema. La idea se me pasó rápido. Creo que hubiera sido bastante ridículo tocar a la puerta a las tantas de la noche: "Hola, Luis, un mosquito no me deja dormir". Preferí repetir la táctica anterior. Pero no lo vi. Así que opté por la opción que no quería tomar. Una táctica suicida. Recordé la pregunta de Yusuke y quizás había fundamento. No sé que esperaba que ocurriese encendiendo una barra de incienso en mi habitación cerrada. Pero el caso es que creo que funcionó. Y cuando digo que funcionó no me refiero a que el mosquito muriese asfixiado y yo durmiera con un agradable olor a magnolia (escogí el tipo que tengo que desprende más humo). Me refiero a que después de eso no recuerdo mucho más, creo que me dormí. Tal vez un poco intoxicado, pero me dormí, que es lo que importa. Y esta mañana me he despertado con alguna picadura más de la cuenta. Pero no importa, porque al final me dormí.

Por cierto, ¿sabíais que los mosquitos que chupan la sangre son hembras?

Espero descansar hoy un poco más que anoche. Mañana tengo de nuevo presentación del avance del proyecto y he salido a las 11 del laboratorio acabándola...

Un saludo!

Carlos

6 comentarios:

  1. Yo tambien he tenido alguna vez esa misma reaccion de taparse hasta las cejas antes de iniciar una batalla. Pero al final haces cualquier cosa por librarte del bicho ese.

    Ahora en las tiendas venden antimosquitos electricos, de humo, y sprays. Lo malo de los electricos es que te los puedes dejar puestos... ouch!, hoy me he dejado el mio puesto (>_<).

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  2. Me alegra saber que no soy el unico que hace esas cosas... jejeje

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  3. También los mosquitos son criaturas de la naturaleza que no hacen más que sobrevivir a su modo, léase chupando sangre de otros animales.

    Lo que no quita que haya desarrollado cierto condicionamiento pavloviano hacia su agudo zumbido en las noches de bochorno. Desde pequeño, siempre se cebaron en mí escandalosamente cada vez que iba Japón. Les tenía pavor.

    Pero ahora soy capaz de soltar a uno que me acaba de picar. También mi sistema inmunológico ha aprendido del pasado, y ahora no me afectan tanto los picotazos como antaño, que me duraban dos semanas. Recuerdo claramente que una vez conté 97 picaduras en mi cuerpo de 8 años. Los mosquitos eran mi terror. Pero el tiempo pasa...

    De todas formas, el condicionamiento persiste aún, y si oigo el zumbido no puedo dormir hasta que elimino su fuente, últimamente por medio de la captura más que de la destrucción.

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  4. No entiendo muy bien la relación entre comportamiento pavloviano y zumbido... si no me equivoco te refieres a la sensación de picor y molestia que nos provoca el hecho de escuchar el zumbido. Es decir, que lo han desarrollado hacia nosotros.

    Y que ahora eres capaz de soltar a uno que te acaba de picar? jajaja. Cuéntalo todo... lo cazaste al dormir y lo dejaste toda la noche atrapado en tu copa. Por qué lo soltaste al irte de casa y no mientras dormías? Por qué le hiciste sufrir toda la noche? (esperando, quizás, a que muriera) No tengo muy claro qué es más cruel...

    Un saludo, cazador!

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  5. Quería decir que apenas oigo el zumbidode alta frecuencia característico del mosquito, se disparan los circuitos de alerta en mi cabeza, se me acelera el pulso, los músculos en tensión, el cortisol por las nubes, el miedo me atenaza... todo por un estímulo en principio neutro, que uno aprende a asociar con el terror de las noches de bochorno, que acecha la oportunidad de robar el líquido de la vida sin ninguna piedad.
    Una vez desarrollas en condicionamiento, el brazo se flexiona instantáneamente para darte una ostia en la oreja que te deja más bien tonto, pero luego te levantas y no paras hasta que capturas al intruso. Y claro, no quise correr el riesgo de que volviera a atacarme.

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