lunes, 1 de junio de 2009

Pasado por agua

La lluvia todo lo estropea. O por lo menos, casi todo. Empezando por el partido de fútbol previsto para el viernes y acabando por el partido de baseball del domingo. Pasando por el día en la playa del sábado.

La mayoría de los planes fueron cancelados, lo que no implica que no fuesen suplantados por otros. Con lo que, de cualquier manera, este fin de semana ha sido de los que más atareado he estado, siendo éste el motivo por el que no haya tenido tiempo de escribir estos días en el blog.

El viernes llegué un poco tarde a la reunión semanal del laboratorio. 2 horas y media. Cuando llegué ya se habían marchado incluso a comer. Que se pase el día entero lloviendo ayuda a que se me quiten las ganas de hacer cualquier cosa. Así que a media tarde me volví a casa. Y toda la culpa se la echo a la lluvia. No se trata de chaparrones que de vez en cuando las nubes vienen y van y a veces ves un rayo de Sol. No. Son días tristes. Oscuros. La lluvia es fina e incesante. No del tipo de gotas que explotan cuando te golpean y parte del agua cae al suelo. De las que empapan, pero que no lo notas. Que parecen que no mojan. A mí por lo menos me bajan el ánimo. y lo que me apetece es no hacer nada encerrado en mi cuarto.

Con el incienso funcionando al máximo, la lluvia dando un descanso y con la ventana abierta vi a Sylvain y a Dan yendo a sus pisos. Serían cerca de las 6. Me preguntó si me iba al "Lounge B" a pegarnos unos tiros al "Counter Strike". Nunca había jugado, ni tampoco me llaman demasiado este tipo de videojuegos. Pero me pareció una idea genial. Al final éramos unos 8 ó 9, cada uno con nuestro portátil matándonos a balazos. Me lo pasé bastante bien. Aunque ser novato en estos juegos, contra profesionales, hace que muchas veces mueras pronto. Y la espera nunca es divertida. Al final nos dieron las 11 de la noche. Una buena viciada.

Después llegó el hambre. Muchos fueron para casa. Dan y Sylvain me enseñaron el "Pepper Lunch". Un restaurante en Motosumiyoshi que está bastante bien y bien de precio. Abierto hasta la 1 de la noche. Al llegar al piso me tiré un buen rato viendo el programa de "Callejeros" de la última semana. Mirando el blog de Luis me encontré con que él ha recopilado el programa desde YouTube. El interés de este día es que habla de Tokyo. Me hizo bastante gracia, porque casi todo lo que cuentan lo hemos comprobado los que estamos por aquí. Si alguien quiere verlo es bastante cómodo hacerlo directamente desde su blog.

Como el viaje a la playa ya estaba cancelado, les propuse si querían acompañarme a Shimo-Kitazawa, cerca de Shibuya. Llevaba tiempo que quería acercarme y me pareció buen día para hacerlo. Sylvain dijo que quizás me acompañaba. Al final, las 12 de la mañana fue demasiado pronto para él. Luis estaba en el partido del sábado de baseball. Mario estaba apagado o fuera de cobertura. Y a mi compañero de piso no me apeteció decirle nada. Más vale solo... Y eso hice, fui a buscar algo interesante en las tiendas de segunda mano.

Me gustó el nombre del restaurante italiano, con la imagen de un tenedor con espaguetis. "Pancontomate". Me recordó a "pantumaca" que nos encontramos AB, mi tía, mi hermana y yo en la carta de un bar español en Bath el verano pasado. Cerca de Bristol.

No encontré nada que me interesase. Quiero decir de lo que iba buscando. Porque volví a casa con una mochila nueva, una bandolera, una chorrada para mi hermana y un regalo para Lena. A Kumamoto llegaré un día antes de su cumpleaños y ya que invita a su casa es lo mínimo que puedo hacer. No pondré que es por si le da por leer el blog...

Esta foto de la tienda "Julio". Es una de las tiendas de ropa de segunda mano de la zona. Todo a 700 yenes. Ahora unos 5 euros. Ni mucho menos toda la ropa en la tienda es como la de la foto, pero sí que es un ejemplo de lo que puedes encontrar en este tipo de establecimientos. Me trae buenos recuerdos esta tienda, porque fue motivo de muchas risas cuando vine hace tiempo con Mai y Lena. Era divertido escucharlas pronunciar la "J" a la alemana. Y a ellas les pareció gracioso llamarme Julio desde entonces. Aunque no siempre.

Saltando bastantes detalles acabé cenando con Mario en un restaurante de la estación de Hiyoshi. Y por la noche volví a Shibuya. Con Mario, Dan y Sylvain. Fuimos a un bar rockero con individuos de todo tipo. Era una especie de fiesta a la que habían invitado a Mario. Curiosamente una de las chicas que sale en el programa de "Callejeros" también venía. Hubo un par de momentos brillantes en el rato que estuvimos allí. El primero vino porque les comenté a los chavales que no me gustaba nada que en Japón, cuando conoces a alguien y le saludas, no le das dos besos. Se me quedan cojos los saludos sin besos. Y ya no sin besos, entre chicos, muchas veces, tampoco se da la mano. Entonces me dijeron que ni se me ocurriese darle dos besos a una japonesa. Y no, para quien lo esté pensando, no lo hice. Pero les dije que entonces ya de coger (agarrar) a alguna y bailar con ella, ni en broma. Yo le dije a Dan que no pasaría nada, que sólo siguiera mis indicaciones. Aceptó y la cara de Mario cuando vio que estábamos los dos cogidos de las manos, bailando, saltando y riendo, era para enmarcar. Principalmente, porque entre Dan y yo había una chica haciendo lo mismo que nosotros. La verdad es que fue bastante divertida la situación. El segundo momento fue algo más absurdo, si cabe. Dan aún se ríe de la conversación a base de mímica que mantuve con una chica cuando volvió a la entrada del bar a coger su paraguas de entre varias decenas. La cuestión es que le dije que se estaba confundiendo de paraguas, que el suyo era otro. Explicar la cara de chica no tiene la misma gracia que verla. Así que ahorraré esfuerzos. Volvimos con el último tren a Hiyoshi. Con algún paraguas nuevo del montón (es que estaba lloviendo cuando salimos).

Que cada uno formule la ecuación que quiera. El resultado es que a la mañana siguiente apareció un paraguas colgado de un cable cerca de la residencia.

¿No se ve?

¿Mejor? Una pista. Yo no tuve nada que ver. Es más, si alguien me pregunta, no sabré de lo que me esté hablando...

Al día siguiente era el día del partido de baseball. So-Kei-Sen Baseball Match. Entre la universidades de Keio y Waseda. En principio se podría decir que hay una gran rivalidad, aunque hablando con Marta nos sorprendía en exceso el excesivo juego limpio entre ambas aficiones. Al principio, los animadores de ambos equipos iban a las gradas de los equipos contrarios a bailar y cantar himnos con hacían alusión a las dos universidades. Después las gradas cantaban por turnos y el resto le aplaudía al terminar. A mí me faltó un poco de competitividad.

Fuimos bastantes de la residencia y la lluvia acompañó casi todo el tiempo que estuvimos viendo el partido.

Aunque más que ver el partido, escuchar a los y las Cheerleaders. Se me acabaron haciendo pesados. Bailaban y cantaban sin casi ningún sentido, haciendo que perdieras de vista el partido. Y de repente ya había varios jugadores eliminados.

Cada vez que Keio hacía un punto nos pedían que nos levantásemos y nos balanceásemos de un lado al otro, cogidos por los hombros. La primera vez es gracioso. La segunda entiendes porqué lo hacen. La tercera sobra. Suerte que no hicieron muchos puntos... Te obliga a celebrar todos los puntos, porque sino dejas la fila cortada, pero tampoco te deja celebrarlo a tu manera. Este vídeo no es de la celebración de un punto, es sólo un pequeño momento de la animación. El partido, por supuesto, continuaba.


Alegre, yo, fui con mi camiseta de manga corta y la cámara en el bolsillo. Para ahorrar espacio. Aun no me acabo de entender que si hace sol no tiene porque ser para todo el día... Acabé sentado al lado de Francesco, que llevaba paraguas. Lo compartimos, aunque no sirvió de mucho. Empezó a diluviar. El día estaba avisando, que no le estábamos escuchando. Sólo oíamos el himno de Keio por los altavoces.

Como se ve en la pantalla, Keio iba perdiendo 3-6. Era de esperar que perdiera, normalmente pierden frente a Waseda. Era justo la mitad del partido, el juego se suspendió y la gradas empezaron a vaciarse. O por lo menos era la intención. Porque con una salida para cientos de personas hace que sea difícil. Un montón de gente amontonada por los pasillos hacía la salida, en mitad de la lluvia, con paraguas y con pocos miramientos provocaron que, entre tantos muchos, acabase empapado gracias a las salpicaduras de los paraguas. Un desastre... Evidentemente no esperamos a la reanudación del encuentro. Casi todos necesitábamos cambiarnos de ropa.

Nos fuimos encontrando todos en el tren. Nos dispersamos hacia la estación, corriendo.

Lo que quedó de tarde la pasé hablando por Skype y montando un improvisado mini-botellón en el parque de al lado de la residencia. Mini, porque cada uno se llevaba alguna cerveza y listos. Llamé a Yusuke, que es uno de los residentes de la residencia, de los que debe velar por el cumplimiento de las normas, y me recordó que no era posible beber en ese parque. A causa de quejas de los vecinos. El hizo su trabajo, que era decírnoslo. Nosotros hicimos el nuestro, que era convencerle de que no pasaría nada. Queríamos quedarnos en ese parque porque está estratégicamente bien situado. A la entrada de la residencia. Así nadie se escapa y si existe la posibilidad de que crezcamos en número.

Estuvimos desde las 7 y pico algunos. Hasta las 12 y algo. Entre los que se iban y venían fuimos bastantes. Alguno vino dos veces... jejeje. Como es el caso de Luis. El tiempo vuela cuando te lo pasas bien. Aunque no hiciéramos nada más que estar en el parque, hablando (criticando en la mayor parte del tiempo), bebiendo, comiendo y dando algún paseo al combini más cercano a por la cena y provisiones.

Quedamos que deberíamos repetir estas reuniones los próximos domingos. A ver si es verdad...

En el partido me encontré con Shota, quien me dijo que hoy tocaba gimnasio por la mañana. Hoy ha sido un día más de laboratorio, con gimnasio. Sin demasiadas cosas que contar. Sólo que esta noche ceno ramen. Nos vamos algunos a cenar por ahí. Quedamos en ello anoche. ¡Y ya es la hora! Se me ha pasado más de una hora delante del blog!

Un saludo!

Carlos

2 comentarios:

  1. Es una pena que tuvierais que cancelar tantos planes chulos por la lluvia T_T pero los que salieron no han sido nada malos eh??

    Que tal shimokitazawa? Siempre quiero ir y al final nunca llego xD

    Lo del partido es un poco rayante, pero en directo tiene que ser cachondo, no?

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  2. ShimoKitazawa no esta nada mal. Hay tiendas de todo, pero sobretodo de ropa. Muchas de ellas son de segunda mano, pero vale la pena darse una vuelta.

    Y el partido, quizas por culpa de que no paraba de llover y me molestaba bastante,se me acabo haciendo muy pesado... Creo que hasta me elegre de que acabara lloviendo fuerte y nos fueramos... jejeje.

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