viernes, 20 de marzo de 2009

A Mai y a Lena


Creo que es la primera vez que siento el sentimiento de soledad desde que estoy en Japón. No es que me encuentre mal. Pero ha sido empezar a escribir esta entrada, subir las fotos de Mai y Lena y he notado que debía cambiar el título. Iba a llamarse "Kabuki y despedidas". Pero ellas merecen algo más que eso. Ya he vivido alguna otra despedida, como la de Rafa. Un chico del que me acuerdo y guardo un muy buen recuerdo. En poco tiempo, cada uno ganó una casa donde pasar un tiempo en otro continente. Con Lena y Mai es algo distinto. Quizás porque fueron las primeras personas a las conocí al llegar, incluso con las maletas a cuestas. Quizás porque he pasado mucho tiempo con ellas. Sonja incluida. O quizás porque gracias a ellas he encontrado un apoyo sólido, convirtiendo mis días en Tokyo en algo mucho más amigable y agradable. O simplemente, porque son unas chicas estupendas. Y muy guapas, por cierto. Una mezcla bastante acertada.

Las echaré de menos. Y no es que sea una despedida absoluta, porque Mai volverá unos días en un par de semanas para despedirse de sus abuelos; y Lena estará viviendo en el sur de Japón. Y como ya tenía pensado conocer el sur, ¿qué mejor que conocer a alguien que te muestre el lugar? Se puede decir que es una pre-despedida. Y noto que cuando llegue el momento de decir adiós definitivamente, no será nada feliz. Es extraño como se puede forjar este sentimiento de amistad en tan solo 3 semanas. Según se mire es poco tiempo, según lo miro yo, es bastante. Odio las despedidas. Supongo que como casi todo el mundo.

Es difícil explicar los sentimientos y sensaciones. No sé que se puede interpretar en mis palabras. Pero este tipo de despedidas no es como las despedidas que tuve en España. Al fin y al cabo voy a estar viviendo 5 meses lejos de mi casa. Sólo 5 meses. Ahora quedan algo más de 4. Y entonces, todo volverá a ser bastante parecido a cuando me fui. Evidentemente que cuando me acuerdo de mi gente los recuerdo con cariño. A mi novia, a mi familia y a mis amigos. Pero sé que seguirán ahí. Que volveré a estar con ellos. Cuando me despida de las chicas definitivamente, quizás sea definitivo. No sé si me explico. Quizás nunca más nos volvamos a ver. Estoy seguro que casi todo el mundo habrá experimentado este sentimiento. Que no estoy viviendo nada nuevo. Que no hacía falta venir a Japón para sentirlo.

Mai y Sonja han dicho que vendrán a Barcelona. Y yo que iría o a Dusseldorf, o a Bonn o a donde esté estudiando Lena dentro de un año en la otra parte de Alemania. No recuerdo el nombre. Pero la vida da muchas vueltas. Y, ¿quién sabe? Espero que sean chicas de palabra. Así muchos de vosotros podáis conocerlas personalmente.

La mañana de ayer fue mañana de Kabuki. Una representación teatral típica de japonesa. En japonés. Interesante, pero aburrido. Quizás porque no me enteré de la mitad. La tarde fue tarde de sake y cereza. Después de cenar con Waan en un coreano y marcharse a una clase de yoga, los 4 restantes fuimos a tomar algo. Entre las dos mega-jarras de cerveza japonesa y las 2 botellas de sake, acabamos finos. A ellas les faltaba calle para andar y al llegar yo a la estación de Ikebukuro, noté que se me hizo más larga que de costumbre. Me costó bastante dormir...

Esta mañana hemos comido ramen en un restaurante cerca de mi hostal. Muy bueno. Después de la clase, en la estación de Shin-Okubo nos hemos despedido. Una despedida alegre por fuera, pero por lo que a mí respecta, algo descontento por dentro.Repito que no me encuentro triste. Que no es tan tremendo como quizás pueda parecer. Sólo que escribiendo estas líneas, me entristezco.

Esta entrada va dedicada a Mai y a Lena. Con cariño!

Un saludo!

Carlos

1 comentario:

  1. Boas tardes desde la ciudad condal carloss!!
    Hay que ver como te curras el blog eh....estan mu wapos esos relatillos y las fotos ayudan muxo...
    Tu nosé como estarás pero mal acompañao no estabas no, qe esas 2 "xinitasnokelel" estan ricas eh!!!
    saludos y a cuidarsee!

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