El cumpleaños de Lena

19 de junio de 2009

La cena estaba prevista para las 7:30. Pero empezó a las 8. Siempre hay alguien que llega tarde... Fuimos a un bar hawaiano. La verdad es que estaba muy bien. Toda la bebida que quisieras y bastante comida por casi 3000 yenes, es decir, que lo pagamos bien.

Los amigos de Lena me cayeron más que bien. Sobretodo Braden, el chico de la foto anterior. Yoko, la chica de al lado, también era muy maja.

El pastel no sé de donde salió, pero siempre que dices que es el cumpleaños de alguien aparece uno de algún sitio. Supongo que nos lo pusieron en la cuenta... jejejeje. Me hace gracia que cuando le preguntaron a Lena como se llamaba ellos escribieron "Rena" en alfabeto japonés. Y es por eso que en el pastel pusieron Rena al trasladarlo de nuevo al alfabeto latino. Vamos, que si cumpliera años en Japón me pondrían "Karurosu" en el pastel... jajajaja.

Aquí estamos mi camiseta de ligar y Kaoiri. Descubrí esa noche lo mucho que gusta a las chicas japonesas el pingüino de la camiseta, fue el tema de conversación muchas veces. Tendré que ponérmela más a menudo... Y Kaori, una chica muy simpática, que se tuvo que ir, quizás, demasiado pronto.

Cuando acabaron las 2 horas de cena fuimos a otro bar, pero sólo por unos 15 minutos. No recuerdo el nombre. La idea era hacer un poco de tiempo hasta llegar a las 11, la hora que teníamos reservado en "Tapas". Las de la foto son Holly, de Canadá, y Lena.

Pero "Tapas" resultó ser un fracaso. El dueño y Lena no se entendieron y el hombre tenía preparada una mesa para que comiéramos y bebiéramos todos juntos. Cuando la idea de Lena era una barra libre y música para bailar. Así que nos tomamos una copa por cumplir y nos fuimos de nuevo al local de los dardos.

Donde tampoco duramos demasiado. Creo que la principal razón por la que Lena quería ir ahí era porque el local peruano estaba al lado. Pero esa noche estaba cerrado... Así que dimos un par de vueltas intentando encontrar otro lugar.

Y lo encontramos. Otro local hawaiano, un poco escondido. Preguntaron los precios y era algo impresionante. 3 horas, 1500 yenes de bebida. Había una lista con unos 100 cócteles distintos. Increíble. Pedíamos las bebidas señalando en la carta y con los ojos cerrados. Jugando a las cartas, cómo no, a juegos de beber. Y bebimos, creo que lo imbebible.

La verdad es que me sentí afortunado. era el único chico entre 4 chicas. Y al final entre 7, porque una de las 3 chicas de la mesa de al lado me hizo algún comentario sobre mi camiseta y no sé muy bien como acabaron en nuestra mesa... Fue bastante divertido. Perdí la noción del tiempo y al salir ya era de día.

Pero no era suficiente para Lena. Así que Álex, que dormía con nosotros en el piso de Lena, Lena y yo nos fuimos a un karaoke. 2 horas de karaoke. Primero reservamos una, pero como el tiempo pasó volando, repetimos. Creo que me lo pasé muy bien. Después del bar hawaiano la memoria se enturbia...

Otro día que volvimos cerca de las 7 a casa, esta vez en taxi. Y otro día que dormiríamos poco. Al día siguiente nos íbamos de viaje con Holly, esta vez la canadiense, a Amakusa.

Un saludo!

Carlos