Se trata de un té para adelgazar, el "té chino del doctor Ming".
Un saludo!
Carlos
Y es que ya estoy descontando los días para bajar a Andalucía. Parece que la cosa se va animando y mientras tanto voy practicando con la nueva cámara en los ratos que tengo.
De día o de noche…
Me toca ir trabajando en este mes de octubre, pero los días van amenizándose con las tardes libres. El problema es que siempre se intenta hacer algo nuevo, para que parezcan días especiales. y las ideas se agotan…
La fecha para ir a Málaga es el 21, pero si encontramos un vuelo asequible a última hora, tal vez nos escapemos este fin de semana, Cristian y yo. Ahora hay que encontrarlo… ¿Alguna idea?
Un saludo!
Carlos
El viernes pasado, antes de que llegara Víctor, un amigo de Zaragoza de Joaquín, me di un capricho. Me compré una nueva cámara de fotos! Y la verdad es que cada vez estoy más contento. Cuanto más trasteo con ella más me gusta! Algo sencillo dentro de las reflex, pero una Nikon.
La diferencia es notable en fotografías de día respecto a la cámara digital que solía utilizar. Pero donde más noto la calidad de la nueva es en las nocturnas. Y ya no hablar de los diferentes parámetros que permite modificar, como luminosidad o enfoque…
Bueno… dejemos el tema, ya iré colgando más fotos.
Un saludo!
Carlos
Con el mes julio han llegado varias circunstancias que no acompañaban a junio: el calor, la jornada intensiva en el trabajo y el tiempo libre.
Y es que cuando entra uno al coche a hora que se termina de trabajar en verano, las 14:30, y comprueba que el termómetro del coche indica 38ºC, por mucho que haya estado tostado al Sol a durante varias días, significa que hace mucho calor. Mucho.
Y como toda causa tiene su consecuencia, julio arrastra las ganas de mojarse continuamente: grifo, ducha, playa o piscina, cualquier opción es válida. Apetece hacer la vida del lagarto, quedarse inmóvil, intentando no moverse, porque esto significa sudar. Sudar como un cerdo de manera inexplicable. Y es que todo el día estás pegajoso. Pero claro, no vas a ducharte en plena jornada de trabajo. No vas a dejarlo todo para meterte en una piscina. Entonces, ¿qué solución existe? Ninguna. Simplemente hay que comprender que los ánimos se alteran y en momentos puntuales no estamos para tonterías, estupideces o ciertas actitudes. Y es que por este motivo que, hoy, he sacado a relucir mi temperamento en el trabajo cuando nos acercábamos a las 13:30, realizando mi primera llamada de atención a unos de los empleados de la empresa. Por este motivo, o porque realmente me estaban intentando tomar el pelo y me estaban haciendo perder el tiempo.
Me voy al agua!
Un saludo!
Carlos
Hace tiempo, en concreto 3 meses, que estoy trabajando en una empresa de gases técnicos, y todavía no he puesto nada referente a ella en el blog...
El puesto en el departamento de ingeniería industrial surgió a partir de una beca con la UAB (Universidad Autónoma de Barcelona), donde a la vez estoy realizando un postgrado de un año. Por ahora es lo que hay, a ver como acaban las cosas de aquí a un año cuando acabe el contrato. Aunque parece muy probable que continúe con el equipo de trabajo con el que estoy en estos momentos. Gente muy maja :)
Un saludo!
Carlos
Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que aporté una entrada en el blog, pero lo cierto es que no he tenido ni un minuto desde que terminó Semana Santa. Podría haber dedicado momentos de sueño, pero dormir menos de 6 horas no me parece adecuado…
La verdad es que hay cosas que me gustaría mostrar como el mini viaje a La Pobla de Lillet, las novedades de la academia y del trabajo, y algunas otras…
Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que aporté una entrada en el blog, pero lo cierto es que no he tenido ni un minuto desde que terminó Semana Santa. Podría haber dedicado momentos de sueño, pero dormir menos de 6 horas no me parece adecuado…
La verdad es que hay cosas que me gustaría mostrar como el mini viaje a La Pobla de Lillet, las novedades de la academia y del trabajo, y algunas otras…
Comienza el verano para mí en Barcelona. Después de 3 años alejado. Es cierto que ya comenzó hace 3 días, pero para mí lo hizo cuando terminaron las recuperaciones en el colegio, que es cuando por fin he podido mirar hacia arriba y ver el sol. Teniendo tiempo para algo que no fuera estar en el trabajo o dando clases. Si a esto le sumamos que es el primero en 6 años que no tengo que estar pendiente de los exámenes de la universidad, se convierte es uno de los veranos más apetecibles que pueda plantearme. En cuanto a posibilidades de planificar cosas por aquí. Y es que me apetece hacer algo parecido a lo que hice en Japón el año pasado, pero en Barcelona y sus alrededores.
Así que ayer di el pistoletazo de salida con la celebración de la verbena de San Juan. Sentimiento de alegría por mi situación actual que contrasta con el de profunda consternación y pena por el accidente de tren sucedido anoche en la misma zona de fiesta en la playa de Castelldefels donde estuve ayer.
Es difícil continuar escribiendo con un ánimo adecuado después de lo ocurrido, así que aquí termino por hoy.
Un saludo!
Carlos
Una vez dejado atrás el camino desde Barcelona llegué a Quiroga. Donde me encontré con Samuel. Dejamos mi coche en Bendilló y nos fuimos de turismo por Galicia.
El río Sil, por Ourense.
Cultura gastronómica del marisco.
La comida a base de buey, centollo, langostinos, caracolas de mar y percebes. Acompañado de un albariño.
Baiona, a las afueras de Vigo.
Santiago de Compostela.
Pulpo a la gallega. El primer día de los 3 que el pulpo estaba en el menú.
Feria del vino de Quiroga, Ourense.
Debo reconocer que me llevo un recuerdo buenísimo de Galicia. Y todo se lo debo agradecer a Samuel, quien fue un anfitrión inmejorable. Me encantó la gente, su familia, los paisajes y todo el ambiente en general. No pude disfrutarlo todo lo que me hubiera gustado, porque no tenía demasiado tiempo. Pero por supuesto que volveré a visitar algunos lugares que no pude y a pasar algunos días más relajado.
Recomiendo Galicia.
Un saludo!
Carlos
Satisfaciendo la comprensible curiosidad de Olga, aquí le enseño la foto que hice en una playa de Santander (en el Sardinero), que tiene el mismo nombre que una de San Sebastián y que no sé muy bien por qué pensé que me podría ser útil… jejeje.
Un saludo!
Carlos
Debería comenzar a estudiar Sales Management II, pero no me sobran las ganas… Así que os enseñaré algunas fotos de esta Semana Santa, cuando decidí ir a visitar a un amigo que vive en Galicia.
Los detalles no estaban definidos. y a detalles me refiero a lugares por donde ir, donde parar, cuando hacerlo o en qué condiciones. Sólo sabía que quería ir por el norte de España, evitar peajes, viajar por carreteras secundarias para disfrutar del paisaje y que el domingo, después de celebrar un cumpleaños en Huesca la noche anterior, me montaría en el coche e iría tirando. Si alguien se quería apuntar al viaje: bien; y si no: también.
Como esperaba, el domingo a medio día salí de Huesca acompañado de algo de agua, mantas, ropa en una mochila y, por supuesto, mi cámara a mano, para hacer fotos en cualquier momento.
La foto anterior la hice en algún punto entre Huesca y Pamplona. En ese momento no tenía muy claro donde iba a pasar la noche, pero a medida que iban pasando los minutos iban creciendo las ganas de dormir en una cama 8 horas, como mínimo. Cabía la posibilidad de descansar un rato en el coche, pero no esa noche. Pretendía ahorrar en todo lo que pudiese, pero buscar alojamiento esa noche pasó de ser un lujo a una necesidad. Sólo faltaba decidir dónde.
Sin prisa, pero sin pausa, atravesé Navarra y el País Vasco. Y llegando a Cantabria empecé a interesarme por algún lugar donde dormir. En una de mis paradas para repostar busqué alguna ciudad cercana, con el GPS, que me evocara alguna sensación, para dar un paseo y ya quedarme a dormir. Casto Urdiales era una ciudad costera que tenía buena pinta. Fallé. Dejando a un lado que mi GPS esta algo desactualizado y se encabezonaba en atravesar calles, ahora, en dirección contraria, haciendo que me volviera loco al volente; fue una ciudad que no me gustó. Pero no porque fuese poco interesante, sino porque no era lo que esperaba encontrarme en la costa cántabra. Había demasiada gente por la calle para mi gusto, demasiados coches, demasiado de todo y no era lo que me apetecía… Me recordó en muchos aspectos a Malgrat de Mar. Paseo marítimo, calles peatonales, casas, bloques de pisos, tiendas, bancos. Todo esto, aunque me guste en ocasiones, ya me lo conozco. Así que mientras debatía conmigo mismo el único problema a solucionar del día: si buscar un lugar allí mismo mientras era de día o buscar otro sitio intentando encontrar algo acorde a mis expectativas, arriesgándome a buscarlo en la noche; me llamaron Antonio y Mariana. No es nada fácil mantener una discusión con el navegador mientras conversas por el manos libres y conduces… Al rato de hablar de cortó la comunicación, supongo que por falta de cobertura. Pensé en llamar más tarde, pero ya se sabe lo que pasa en estos casos: pospones, pospones y se pasa… Me supo mal al cabo de los días.
Decidí irme de esa ciudad y conduje dirección Noja. Y entonces encontré lo que iba buscando. Un tipo de paisaje que a mí, particularmente, me encanta. En pleno atardecer, atravesando puentes que unían tierra firme con diferentes islotes, entrantes y salientes en el mar, ríos, rías y casas desperdigadas. Mucha agua, mucha naturaleza y la acción del ser humano representado por sutiles pinceladas. Curiosamente me sentí algo más feliz en medio de aquel paisaje. No eran más que sensaciones y tal vez no las sienta más cuando vuelva a pasar por allí, cosa que haré, pero eran cosas así las que deseaba encontrar antes de salir de viaje.
Se hizo de noche. Entre llenos y no disponibles estaban todos los alojamientos que me iba encontrando por la zona de Castillo y Escalante. Finalmente encontré un hospedaje bastante bien de precio en Argoños. Un lugar bien cuidado, limpio y espacioso. Por 25€ me ofrecieron una habitación con lavabo, calefacción y televisión. Les debí de dar un poquito de pena, porque la habitación se convirtió en una doble. Tampoco me quejé.
Cené en un bar de la zona. Ya no había nada abierto más a esas horas. Y debían de ser las 10 y pico de la noche. También es por eso que no tenga ninguna fotografía del lugar. A la mañana siguiente hice una al salir de pueblo poco agraciada. La zona es muy bonita, aunque el pueblo dejaba un poco que desear…
No sé que camino cogí para ir a Santander, la capital, pero mirando el mapa días después veo que tuve que retroceder para pasar por la ría de Boo. En fin, no eso muy importante.
En Santander no estuve mucho tiempo. Entre una hora y dos paseando por el paseo marítimo y por algunas callejuelas que se metían hacia adentro en la ciudad. También me acerqué al barrio del Sardinero, contemplando la playa de la Concha. Debo reconocer que es una ciudad que expresaba algo. De igual modo que visitas a alguna ciudad y lo único que ves son un conjunto de edificaciones una al lado de la otra, ésta aporta algo más. Lo que llamaría un ambiente propio. La siguiente foto está tomada desde el paseo marítimo, cerca del centro de la ciudad.
En aquel momento todavía no lo sabía apreciar, pero hizo un tiempo estupendo. De los que invita a salir a la calle.
Me subí en el coche y empecé a buscar el siguiente destino. Al comprobar que de camino se encontraba el museo de Altamira, a unos pocos kilómetros, en el territorio de Santilla del Mar, no lo dudé.
La visita al museo la puedo resumir en dos palabras: lunes cerrado. Y la verdad es que me lo podía haber imaginado. No tenía pensado buscar un nuevo destino tan pronto, así que dejé el coche en una cuneta con unas vacas por allí cerca a comerme unas mandarinas que había comprado en un supermercado de Santander y a contemplar el paisaje, que lo merecía.
¿Próximo destino? Me apetecía adentrarme en los Picos de Europa, así que indiqué al GPS que me fuera llevando hacia Cangas de Onís.
Ya en Asturias, pasando por Cabrales, paré en Arenas de Cabrales, por sonde pasa el río Casaño. Pensé en comprar algo de queso, pero no. Lo que compré fue una navaja para hacer un bocadillo.
Poco después me encontré con una indicación hacia Covadonga. Decidí seguirla.
Una vez allí se me pasó por la cabeza visitar los lagos, pero toda aquella zona es demasiado bonita como para dedicarle únicamente un par de días. Días que prefería aprovechar con Samuel en Galicia. Me hubiera gustado poder haber cerrado los ojos, no ver nada y salir de allí, para disfrutar del lugar planamente la próxima vez que vaya. Pero no era plan…
Me propuse entrar en Galicia por el norte, por Gijón y Lugo. Pero me topé con, desde entonces, uno de mis miradores favoritos en todo el mundo: el mirador del Fito. Situado en Colunga, un lugar entre Cangas de Onís y Gijón. Intentar explicar las vistas desmerecerían la belleza del lugar, arropado por el mar y las montañas.
En aquel momento hablé con Samuel, quien me propuso cambiar mi ruta para dormir esa misma noche en su casa. No le costó convencerme. Así que con 5 horas de camino por delante hasta Quiroga, pasando por León y Ponferrada, me puse en marcha.
La foto anterior no tiene más explicación que es una que me gusta.
A partir del momento en que decidí encontrarme con Samuel el tiempo cambió… Y así continuó hasta que volví a dejar Galicia.
La segunda parte del viaje la dejaré para más adelante…
Un saludo!
Carlos