No es país para...

...fumadores. Es de las cosas que más pueden sorprender viniendo de un país como España, donde aparentemente por motivos de sanidad no se permite fumar en lugares de dificultosa ventilación. Un país donde es habitual ver gente fumando por las calles. en las entradas de los comercios y empresas. Y la verdad es que, siendo no-fumador, lo veo estupendamente. En momentos que fumar afecta a otros: no fumar. Aunque no creo que deba existir una regulación prohibitoria, pienso que debería ser un comportamiento de sentido común. Pero bueno, éste es otro tema.

Después de más de 2 meses en Japón creo que voy comprendiendo como funcionan aquí las cosas en cuanto a los fumadores. Me refiero a las restricciones que existes. Que sin duda, siendo distintas que en Europa, tienen finalidades distintas.

Igual que es no muy complicado ver gente fumando en lugares tales como bares o restaurantes. Es muy difícil encontrar gente fumando por la calle. En la mayoría de sitios está totalmente prohibido. Todo por mantener limpias las calles. Es sorprendente lo importante que resulta para la sociedad japonesa el mostrar una apariencia limpia y saludable. Aunque por dentro, en el fondo, sea todo lo contrario. A veces aparentar cuenta más que ser. Y esto lo extrapolan a la apariencia del país. De sus ciudades. No tiene nada que ver con la salud del ciudadano. Y es curioso, porque realmente las calles estás muy, pero que muy limpias. Pero si añadimos el factor de que en Japón no hay papeleras, el conseguir este nivel de limpieza se vuelve más respetable. Y estoy convencido de que es conseguido gracias a la educación que la propia sociedad japonesa se imparte a sí misma. Así es como debe ser y así es como se hace. Y por supuesto, como se hará en muchos años.

Las maneras de conseguirlo, como en muchos procesos, se realiza a partir de información y control.

La información la realizan a partir de señales en la misma calle. La foto inicial es una especie de baldosa en algún lugar entre el Palacio Imperial y Asakasa. Como está hay muchísimas repartidas por Japón. No solo por Tokyo, en Takayama también encontré.

La siguiente la encontré cerca del parque de Ueno. Más que una baldosa, es una especie de pegatina. Donde pone que no se debe fumar mientras se camina.

Lo mismo indica la siguiente encontrada en Ginza. Añadiendo que no se tiren cosas al suelo.

Algo parecido hay a la llegada del campus de Yagami, en Hiyoshi. Se trata de una señal, según pienso, temporal, hasta que la remplacen por algo permanente.

Por otro lado, el control lo realizan con empleados encargados de comprobar que nadie fuma en la calle. Y es de las cosas que más me sorprendieron. Existen máquinas expendedoras de tabaco en la misma calle y se fían de que un niño no va a ir a comprar. Pero por el contrario, necesitan colocar personal encargado de controlar que nadie fuma en la calle. Me parece algo sin demasiado sentido. Aunque claro, yo no comparto la creencia de que lo más importante es mantener las calles limpias. Por encima de todo... La siguiente foto la tome cerca del parque de Shinjuku. Es uno de los 3 brigadas que había en aquel momento en aquella calle. La verdad es que sólo los encontré ahí y en un par de sitios más (no recuerdo donde).

Por el contrario, no está todo perdido para los fumadores en Japón. Existen unos lugares específicos donde puedes parar a fumar. Eso sí, sólo puedes fumar en la zona delimitada. Nada de ir andando. He encontrado varios de estos puestos para fumadores cerca de varias estaciones, en algún lugar aislado y enfrente de la señal de prohibido fumar en el campus de Yagami. Donde tomé la siguiente foto.

Evidentemente, por los lugares por donde más me he movido han sido sitios bastante turísticos. Excepto donde estoy viviendo ahora, Hiyoshi. Por lo que, quizás, todas esto no deba extenderse más allá de estos lugares. Y también hay que decir que alguna vez he visto a alguien fumando por la calle. Y estaba andando a la vez. Lo que no tengo muy claro es si estaba infringiendo alguna norma...

En fin, para mí esto no pasa de una mera anécdota. Pero quizás algún fumador que quiera venir a Japón acabe sufriéndolo...

Un saludo!

Carlos